Tegucigalpa, Honduras.
El negocio de la droga sigue activo en Honduras a pesar de los duros golpes a la narcoactividad. Así lo muestran los resultados de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) de 2017.
El informe que presentarán las autoridades en los próximos días establece que hasta ayer se había decomisado 1,792 kilos de cocaína en polvo, es decir, más de 3,900 libras. Durante las diferentes operaciones se lograron identificar nuevas formas de trasegar la droga.
Por ejemplo, en Puerto Cortés identificaron 1,300 kilos de cocaína líquida, que iba en barriles, al estilo colombiano.
Este es un método sofisticado que han desarrollado los carteles de la droga de Suramérica para transportar el producto a los países de alta demanda, como Estados Unidos y en Europa.
Este año Fusina también detectó 10,000 plantas de cocaína, que fueron aseguradas y destruidas.
Producción
Las autoridades no descartan que en Honduras haya narcotraficantes que estén fabricando drogas, porque en este año se destruyeron tres narcolaboratorios.
La cantidad de cocaína incautada superó en más del 100% a la del año pasado, período en que confiscaron 803 kilos.
A los que se dedican al cultivo y tráfico de marihuana también les dieron fuertes golpes.
El reporte revela que 1,928,330 plantas de marihuana fueron destruidas. Mientras que en unas 24 hectáreas también se identificaron cultivos de esta droga.
Para 2016, Fusina reportó que hallaron 20,092 plantas de marihuana y 36,523 libras decomisadas.
En lo que va de 2017 se han requisado 16,345 libras de cannabis a grupos dedicados al narcomenudeo.
Una de las principales misiones ha sido la destrucción de narco pistas, para evitar el aterrizaje de avionetas cargadas con droga. De momento Fusina reportó 27 áreas clandestinas de aterrizaje destruidas, en 2016 fueron 26. Mientras que 1,305 personas fueron detenidas por tráfico de drogas y cinco hondureños fueron extraditados hacia Estados Unidos acusados del delito de narcotráfico.
Los trabajos se desarrollaron entre las autoridades de Seguridad, Defensa, Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia en el marco de la Operación Morazán.
El negocio de la droga sigue activo en Honduras a pesar de los duros golpes a la narcoactividad. Así lo muestran los resultados de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) de 2017.
El informe que presentarán las autoridades en los próximos días establece que hasta ayer se había decomisado 1,792 kilos de cocaína en polvo, es decir, más de 3,900 libras. Durante las diferentes operaciones se lograron identificar nuevas formas de trasegar la droga.
Por ejemplo, en Puerto Cortés identificaron 1,300 kilos de cocaína líquida, que iba en barriles, al estilo colombiano.
Este es un método sofisticado que han desarrollado los carteles de la droga de Suramérica para transportar el producto a los países de alta demanda, como Estados Unidos y en Europa.
Este año Fusina también detectó 10,000 plantas de cocaína, que fueron aseguradas y destruidas.
Producción
Las autoridades no descartan que en Honduras haya narcotraficantes que estén fabricando drogas, porque en este año se destruyeron tres narcolaboratorios.
La cantidad de cocaína incautada superó en más del 100% a la del año pasado, período en que confiscaron 803 kilos.
A los que se dedican al cultivo y tráfico de marihuana también les dieron fuertes golpes.
El reporte revela que 1,928,330 plantas de marihuana fueron destruidas. Mientras que en unas 24 hectáreas también se identificaron cultivos de esta droga.
Para 2016, Fusina reportó que hallaron 20,092 plantas de marihuana y 36,523 libras decomisadas.
En lo que va de 2017 se han requisado 16,345 libras de cannabis a grupos dedicados al narcomenudeo.
Una de las principales misiones ha sido la destrucción de narco pistas, para evitar el aterrizaje de avionetas cargadas con droga. De momento Fusina reportó 27 áreas clandestinas de aterrizaje destruidas, en 2016 fueron 26. Mientras que 1,305 personas fueron detenidas por tráfico de drogas y cinco hondureños fueron extraditados hacia Estados Unidos acusados del delito de narcotráfico.
Los trabajos se desarrollaron entre las autoridades de Seguridad, Defensa, Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia en el marco de la Operación Morazán.
