Autoridades policiales capturaron a un exintegrante de la pandilla Barrio 18, en Tegucigalpa, cuando se dirigía a participar en un servicio religioso en una iglesia evangélica de la zona.
Según informes preliminares, el detenido habría dejado atrás su vida criminal tras convertirse al cristianismo, buscando rehacer su vida y alejarse del entorno violento al que perteneció durante años.
Sin embargo, sobre el individuo pesaba una orden de captura vigente desde 2024 por los delitos de extorsión y portación ilegal de armas de fuego, los cuales, de acuerdo con las autoridades, fueron cometidos durante el periodo en que aún era parte activa de la estructura.
El sujeto aún presenta tatuajes visibles en la espalda y uno de sus brazos, con símbolos vinculados a la pandilla 18, marcas que, según los reportes, lo identificaban como cabecilla dentro de la organización criminal.
Al momento de la captura, el exmiembro de la 18 portaba una camisa del Ministerio Pasión Por Las Almas, donde se congregaba.
Aunque el capturado sostiene que abandonó la pandilla y que su conversión religiosa representa un verdadero cambio de vida, deberá enfrentar el proceso judicial correspondiente por los cargos que se le imputan.
La Policía Nacional no ha revelado la identidad del detenido, pero confirmó que fue remitido a las autoridades competentes para que continúe el procedimiento legal conforme a lo establecido.