Ya han pasado cinco días del asesinato del padre José Enrique Vásquez Cálix (de 47 años), y aunque se habían conformado diez equipos de inteligencia para las investigaciones del crimen, aún no se reportan capturas por el hecho.
Las autoridades de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) confirmaron hace tres días que estaban trabajando siete grupos de diferentes unidades, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) tenía tres grupos trabajando en el caso y las autoridades del Ministerio Público informaron que en las próximas horas de cometido el crimen contra el padre iniciarían con las primeras capturas; sin embargo, ya pasaron cinco días y los asesinos siguen libres.
Julissa Villanueva, viceministra de Seguridad, informó en sus redes sociales que el Ministerio Público le quitó el caso a la Policía, por lo que ahora ya solo la Atic trabaja en las investigaciones.
“Cómo vamos a resolver los casos si cuando DPI va avanzando en la investigación de la desaparición inicial y asesinato del padre Vásquez, la Fiscalía de turno nos quita el caso y da orden a la Atic para que se encargue del mismo. ¿Por qué ?, ¿caso de impacto? o ¿qué hay detrás?”, escribió la viceministra en su cuenta personal de Twitter
.El asesinato del padre Quique ocurrió el miércoles 2 de marzo. A las 9:00 am de ese día salió de su casa en la aldea Agua Azul Sierra, en Santa Cruz de Yojoa, para dirigirse a la iglesia San José del barrio Medina en San Pedro Sula para la misa del Miércoles de Ceniza, pero horas más tarde apareció muerto sobre un puente de Morazán en el departamento de Yoro.
El carro que conducía el párroco fue encontrado a 62 kilómetros de distancia en Victoria, Yoro. LA PRENSA buscó información con los voceros de la Atic y del Ministerio Público para saber si el caso estaba avanzando o ya tenían ubicados a los sospechosos, pero no dieron respuestas.
Esto tiene consternados a los familiares y amigos del padre Quique, ya que a medida pasa el tiempo se van perdiendo las esperanzas de que capturen a los asesinos.
Drama
El sábado, los familiares y amigos dieron el último adiós al padre, entre globos y aplausos lo sepultaron en el cementerio local de Agua Azul Sierra, en donde sus parientes exigieron justicia para que el hecho violento no quede en la impunidad.
Todo un pueblo lo acompañó a su última morada. “Este caso como el de miles de hondureños va a quedar impune, lo que demuestra la negligencia y falta de capacidad de las autoridades de justicia, son millones de lempiras que se invierten en la Policía y otras unidades, pero no sirve de nada, por eso no confiamos en ellos”, expresó Roger Toledo, habitante de Santa Cruz.
Marlon Pineda, alcalde de Santa Cruz de Yojoa, dijo que el párroco “era un padre para mí, estábamos permanentemente en comunicación, no era solo un sacerdote, era un amigo un consejero, el luto no solo es de la Iglesia católica, sino de todo el municipio”.
Pineda agregó que “quiero hacer un llamado enérgico a los entes de seguridad del país, ya no podemos seguir de los brazos cruzados solo dando a conocer que hay extraditables, la ciudadanía necesita seguridad, ya van como tres casos en el municipio que se han dado de la misma manera, por lo que esperamos respuestas”.
