21/12/2025
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La boda de Jorge Vitanza y Sofía Barletta

  • Actualizado: 10 julio 2017 /

El enlace fue en Santo Domingo.

Antigua Guatemala, Guatemala

Los fastos nupciales por el amor de Jorge Vitanza Hawit y Sofía Barletta Kivett fueron irrepetibles e incomparables en Antigua Guatemala.

La sociedad sampedrana acudió a una de las bodas más sorprendentes y elegantes del año a petición de Carla y Constantino Barletta y Jenny Jorge Vitanza, padres de los contrayentes.

Muchos casamientos de Honduras se han festejado en Casa Santo Domingo, pero este fue diferente y lleno de lujo. Llegaba la tarde y todo era emoción. Más de 300 invitados habían viajado previamente para no perderse ni la ceremonia ni el banquete. La iglesia Santo Domingo, hoy en ruinas y restaurado para bodas de esta magnitud, acogió a la feligresía para el sacramento en el que Sofía y Jorge daban fin a un sólido noviazgo.

Alejandro, Jorge, Jenny Monique, Jorge y Jenny Vitanza.

El enlace

Desde que se festejó la boda civil Vitanza Barletta en mayo en Indura resort en Tela, la celebración religiosa se vislumbraba como un acontecimiento social sorprendente, y así lo fue.

La novia cruzó el pasillo central creado con alucinantes arreglos de lirios, rosas y follaje luciendo como la más linda con un ajuar de corte clásico, en audaz escote barco de pura blonda y línea godet que tallaba con delicadeza su estampa. Era una creación de la diseñadora española Rosa Clará.

El novio, todo un caballero y con una clase y educación de las que pocas veces se ve hoy en día, esperada a su prometida en el altar, vestido con la etiqueta rigurosa: un esmoquin negro que lo hacía lucir impecable.

Como padrinos se escogieron a Fanny y Andrés Hawit, tíos maternos del novio, quienes se comprometieron ante el monumental altar, a velar por siempre por los recién casados para que su matrimonio jamás se aparte de Dios y el amor sincero.

Tras la proclamación del sacramento, sus protagonistas salieron del recinto entre vitoreos y después de unos minutos de júbilo, hicieron el posado oficial para el recuerdo con sus respectivas familias, el cortejo y las personas más allegadas a ambos.

Beatriz, Gabriel y Carla Barletta.

Recepción. La celebración comenzó con un coctel media hora después. Senderos iluminados con millares de velas lograban un efecto de romanticismo antiguo que fascinaba a cada invitado.

Bajo el domo entre ruinas, un ambiente de opulencia visual aguardaba para que los asistentes compartieran de la magnífica fiesta.

El diseñador floral Néstor Gámez creó la regia ornamentación, todo con flores cultivadas en Guatemala y con destellos lila, verde, marfil, oro, bronce y un techo de lienzos de chiffon de donde pendían cientos de lámparas.

Las rosas abundaron, pero también las hortensias, lirios en botón, nardos y las más exquisitas flores.

Con meses de anticipación se seleccionó a Helen Russ para que fuera la organizadora de la boda Vitanza Barletta y con su prestigio y fama en Guatemala, logró cumplir con los deseos de los enamorados.

Los efectos led que iban desde el magenta hasta el amarillo pomposo le confirieron aún más drama visual a la recepción, donde se mezcló mobiliario y salas suntuosas en los diferentes niveles del salón. La concurrencia estaba con el entusiasmo a millón esperando el brindis, los discursos y el gran vals.

Ricardo y Natalia Rodríguez.

Protocolo. El padre del novio dirigió la felicitación de la noche para su hijo y su ahora nuera, quienes estaban felices de consolidar su amor con una boda que une a las familias Vitanza Hawit y Barletta Kivett, con prestancia y abolengo en la sociedad.

La presencia de las abuelas maternas Eleonora Cantero y Ana Hawit y los abuelos paternos Constantino Barletta, Judith y Enrique Vitanza le dio aún mayor solemnidad al casamiento.

Música en vivo alegraba la ocasión y las parejas aprovechaban para gozar al máximo de la cita nupcial donde se dispusieron islas de manjares gurmé a cuales mejores y una cartilla de licores internacionales que fueron perfectos para brindar una y otra vez.

Cuando llegó la medianoche, el infaltable carnaval encendió aún más de algarabía a los invitados, quienes recibieron pelucas de colores y luces, antifaces y cotillones que le dieron vistosidad a la noche.

Después de casi 10 horas de fiesta, la gente se retiró a descansar y al siguiente día, la familia del novio los sorprendió con un brunch en los idílicos parajes de Casa Santo Domingo donde la gente compartió anécdotas de lo que fue la boda Vitanza Barletta, un casamiento memorable.

Jorge Vitanza y Sofía Barletta se casan en un marco nupcial de lujo.