La Capital Industrial de Honduras se ha convertido en una de las ciudades con mayor crecimiento demográfico del país.
Con una población estimada de 834,883 habitantes (según el Instituto Nacional de Estadística) y de 1.2 millones, de acuerdo al portal Macrotrends) y una tasa de crecimiento anual de 2.58%, la urbe avanza a un ritmo acelerado, sin embargo, el desarrollo de su infraestructura y la calidad de sus servicios básicos no han ido de la mano con este crecimiento, generando crisis en sectores claves como agua potable, energía eléctrica y transporte.

Para Alejandro Puerto, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Honduras (Cich) Capítulo Noroccidental, puntualizó que una de las necesidades más urgentes de la ciudad es la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, la cual es responsabilidad de Aguas de San Pedro (ASP); un compromiso sin cumplir que aparece reflejado en el contrato de concesión.
Puerto agregó que otro de los retos para mejorar la calidad de vida en la ciudad es un nuevo sistema y servicio de agua potable, esto a fin de evitar una crisis del recurso como la que enfrenta Tegucigalpa.
Los especialistas opinan que el acceso al agua potable sigue siendo un reto para miles de sampedranos, especialmente en las zonas periféricas y asentamientos informales.

Otro de los problemas torales de San Pedro Sula enumerados por el experto es la movilidad y el transporte, pues la ciudad está colapsada. Con una flota vehicular en constante aumento y una red vial que no ha sido ampliada proporcionalmente, la congestión es parte del día a día de los sampedranos.
“El bulevar del norte está congestionado a toda hora, ya sea hora intermedia u hora pico. Esto es porque no ha habido previsión para tener una red de transporte público eficiente”, declaró Puerto.
Impacto de servicios básicos ineficientes en el desarrollo

Ramón Medina, empresario de la construcción, manifestó que todas estas deficiencias, especialmente las relacionadas con los servicios de agua, energía y alcantarillado, son una limitante al momento de ejecutar proyectos habitacionales y comerciales, pues en algunas de las zonas no se cuenta con cobertura energética suficiente o con accesos viales adecuados, lo cual eleva los costos de los proyectos, pues muchas veces es el inversionista o desarrollador quien asume el gasto de estas obras.
Wilmer Palada, gerente general de Constructora Palada, es del criterio de que las instituciones a cargo de proveer los servicios básicos están realizando esfuerzos para fortalecer la calidad de sus funciones.
“La Enee por ejemplo está creando más subestaciones en la ciudad y en el caso de ASP están incrementando sus caudales y reemplazando los sistemas de tuberías con equipo de mayor capacidad”, señaló Palada.
Alejandro Facusse, uno de los desarrolladores de Unna Towers, comentó que como urbanizadores son conscientes de las deficiencias que tiene la ciudad, pero confía en que el Gobierno mejorará las condiciones a mediano y largo plazo, para apalear la situación.