La actividad comercial volvió a la normalidad este jueves en la Central de Abastos de San Pedro Sula, luego de cuatro días de manifestaciones.
Aunque en horas de la mañana la problemática persistía, por la tarde los portones fueron reabiertos y regresó la calma tras alcanzarse un acuerdo entre la administración de la Central y la municipalidad.
Los miembros de la organización no gubernamental Asomermay habían iniciado la toma de las instalaciones luego de que la administración anunciara un incremento de 3,500 lempiras a los arrendatarios de los locales.
El aumento derivó de la orden municipal de suspender el servicio de recolección de desechos a cargo de Sulambiente, lo que obligó a contratar un proveedor privado. Ese cambio elevó los costos de operación y estos fueron trasladados a los comerciantes.
El miércoles, mayoristas arrendatarios se reunieron nuevamente con la administración y representantes de la municipalidad, alcanzando un acuerdo que puso fin a la protesta.
El pacto, firmado el 3 de septiembre de 2025, establece que la Corporación Municipal, a través del alcalde Roberto Contreras, garantizará la recolección de desechos sólidos en la Central de Abastos mediante Sulambiente, eliminando así cargos adicionales para los locatarios.