San Pedro Sula, Honduras
Septiembre de 2020 es la fecha que ha dado la junta interventora del Registro Nacional de las Personas (RNP) para que esté lista la nueva cédula de identidad que tendrán los hondureños.
El Sistema de Identificación Nacional (SIN) iniciará con el proceso de enrolamiento, etapa que consiste en el registro masivo y actualización de datos de todos los ciudadanos como parte de la emisión de la moderna cédula.
Este censo, en el que personal del RNP visitará los barrios y colonias de todo el país, tendrá una duración de un año, iniciando desde julio y por medio del mismos se recogerán huellas dactilares, fotografías y firmas.
Rolando Kattán, coordinador de la junta interventora, explicó que el enrolamiento es fundamental para el SIN, ya que por medio de este será depurada la base de datos de la institución.
“Según el sistema actual hay más de nueve millones de hondureños, pero unos 400,000 son personas fallecidas que aún aparecen en la base, más los migrantes, entonces el enrolamiento nos dará un dato real”, dijo Kattán.
El proyecto tiene un costo aproximado de 43 millones de dólares, de los cuales 20 millones son una donación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, el resto, financiamiento de la Unión Europea.
Representantes del BID y miembros de la junta interventora realizaron ayer un recorrido por la oficina del RNP en San Pedro Sula para conocer las condiciones del edificio.
Arturo Muente, especialista del BID, indicó que están en la disposición de contribuir a la mejora del Registro.