LA CEIBA. “Si la Iglesia me pide, con mucho amor voy a responder con esta misión”. Así reaccionó el ahora exobispo de la diócesis de La Ceiba Miguel Lenihan, tras ser nombrado por el papa Francisco como nuevo arzobispo de la recién creada arquidiócesis de San Pedro Sula.
Monseñor Lenihan sustituye al obispo Ángel Garachana, quien se retira del trabajo pastoral al cumplir 75 años.
A Lenihan le faltaban tres años y medio para su jubilación, le hubiera gustado retirarse en La Ceiba, pero sabe que es un misionero. “Espero que la gente me recuerde por el trabajo que hemos hecho. Me han tratado muy bien, quería retirarme aquí, pero soy un misionero. Esperamos que la diócesis siga adelante, construyendo nuevos caminos para el futuro”, dijo a LA PRENSA.
El ahora arzobispo Miguel Lenihan se trasladará a su nueva misión en la Capital Industrial, en aproximadamente un mes o seis semanas. Mientras se nombre un nuevo obispo, la diócesis de La Ceiba quedará a cargo de un administrador apostólico diocesano.
Miguel Lenihan nació un 22 de septiembre de 1951 en Irlanda. Fue ordenado sacerdote un 12 de julio de 1980.
El papa Benedicto XVI creó la diócesis de La Ceiba el 30 de diciembre de 2011 y lo nombró como primer obispo. Antes de llegar a esta ciudad, pertenecía a la Provincia Franciscana de Centroamérica y Panamá.
“Lo tomo como providencia de Dios como parte del plan del proyecto de Él”
San Pedro Sula. Monseñor Teodoro Gómez Rivera nació en El Banquito, aldea del municipio de El Corpus. Fungía desde 2021 como obispo auxiliar del arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
Ayer fue anunciado que es el nuevo obispo de su querida Choluteca. “Hoy comienzo como hondureño nato y lo tomo como la providencia de Dios, como parte del plan del proyecto de Dios”, dijo monseñor Gómez al conocer su nombramiento. Calificó el nombramiento como un desafío.
“Estoy un poquito preocupado, con temor por el nuevo reto, el nuevo desafío de estar con el clero”.