Doña Nora Vallecillo miraba con asombro como la calle que pasa frente a su casa se convertía en río con una lluvia de pocos minutos. Vive en una de las calles por la colonia Smith en el sector noreste de San Pedro Sula y confiesa que se puso nerviosa cuando miraba la cantidad de agua.
Y no es para menos, las tapaderas de las alcantarillas se levantaron, los carros quedaron atrapados, todo estaba colapsado. Lo más lamentable era la cantidad de basura arrastrada por las corrientes que se miraba con las luces de los carros detenidos.
¿Por qué una de las ciudades más importantes de Honduras sigue inundándose año tras año? Se pregunta preocupada doña Nora y es que el problema hoy es que calles como la de ella en la colonia Smith no se había inundado como ocurrió.
La historia es la misma, bastan unos minutos de lluvia intensa para que las calles principales se conviertan en ríos y en barrios como Rivera Hernández, Satélite y Chamelecón las inundaciones ya no son una sorpresa, son parte del día a día durante la temporada lluviosa. Muchos de estos sectores tienen calles de tierra y luego de la inundación viene el lodo.
Paradógicamente, con estas últimas lluvias no hubo problemas en las partes bajas, pero sí hubo afectaciones en la colonia Honduras, siempre en el noreste de la ciudad y en la zona de La Primavera en el suroeste.
“Cerca del estadio Jaime Villegas dos casas presentaron problemas debido a que el canal de aguas lluvias, recién construido por la municipalidad de San Pedro Sula, rebalsó por la cantidad de basura, el agua pasó por encima del canal generando la inundación de dos viviendas perdiendo todas las pertenencias” explica Edwin Valle, jefe del departamento técnico de gestión de riesgo de la municipalidad. Ya se está dando apoyo a las personas afectadas, explicó.
También hubo reportes de daños en la iglesia de Dios en La Primavera, parte baja de Merendón, dañó postes eléctricos y árboles que están a punto de caer en esa zona, detalló el jefe del departamento técnico de gestión de riesgo.
La historia se repite cada vez que llueve
Con cada tormenta la historia es la misma, evidenciando drenajes pluviales, viajes, obstruidos o inexistentes porque no soportan el caudal de agua. La ciudad crece entre edificios verticales, modernas plazas y puentes, pero, la vulnerabilidad cada vez que llueve no desaparece.
Ya las autoridades municipales saben cuáles son los sectores críticos cuando el invierno hace de las suyas, sin embargo, no existe un plan para poder hacerle frente a la situación.
Los aspirantes a alcaldes mencionan el problema y hablan únicamente de rehabilitar un sistema pluvial obsoleto, otro ni lo contemplan en sus planes.
Según datos de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), entre 35 y 50 colonias urbanas reportan siempre afectaciones por inundaciones en el último año, principalmente por la falta de mantenimiento de los sistemas de drenaje donde al final la misma ciudadanía tiene responsabilidad por arrojar basura por doquier.
"Tenemos bien mapeado el problema y definido que la población en riesgo para un evento extremo es de 32,800 y para un evento recurrente es de 8,391 aproximadamente", explicó Frank Antúnez, comisionado regional de Copeco.
Los expertos en ingeniería dejan claro que las lluvias no son el problema principal. Hay una combinación entre la falta de planificación urbana y la acumulación de basura que tapa los canales y a ello se suma el crecimiento desordenado de la ciudad y la deforestación en las zonas altas del Valle de Sula, que reduce la capacidad natural de absorción del suelo.
La ciudad cuenta con un Plan Maestro de Desarrollo Municipal y uno de sus componentes es el referente al sistema de drenaje pluvial, donde se incluye la construcción de colectores y otros componentes, complementando el desarrollo de la ciudad con sus atractivas torres y complejos urbanísticos.
Sistema pluvial colapsado en la ciudad
El ingeniero civil Osmín Bautista, especialista en gestión de riesgo, explica que San Pedro Sula creció sin infraestructura adecuada para el volumen de agua que recibe.
“Los drenajes datan de hace más de 40 años y no han sido modernizados. Si no se invierte en un sistema pluvial integral, el problema solo empeorará” asegura.
Sumado a los daños materiales, el costo social y sanitario también es grande, dice Bautista, sobre todo por el agua estancada en algunos sitios que genera criaderos de zancudos y aumenta los casos de dengue y enfermedades gastrointestinales.
El sistema pluvial de la ciudad está colapsado y se deben tomar medidas urgentísimas de bajo costo. "Limpieza de todos los canales abiertos, y embaulados de la ciudad durante los días que no llueva, limpieza de los más de 1800 pozos de inspección y 300 quiebrapatas existentes en la ciudad" dice el ingeniero.
Además, recomienda limpiar los cauces de todas las quebradas y riachuelos existentes en la ciudad, qué son más de 15, dragar y limpiar toda la sección hidráulica de los Ríos Santa Ana, Río de Piedras, Blanco y Bermejo. "Paralelo ir trabajando en los alcances del estudio del alcantarillado pluvial para tener un máster plan y buscar el financiamiento de más de 4000 millones de lempiras para licitar obras que indicara el plan en la prioridad y urgencia", indicó.
La participación de la población es importante, por lo que el experto también recomienda organizar comités barriales de limpieza y vigilancia del sistema pluvial apoyados con los patronatos.
La Municipalidad de San Pedro Sula ha anunciado nuevos proyectos de drenaje, pero los vecinos piden que las obras se realicen con transparencia y seguimiento.
Las inundaciones no son un destino inevitable, sino una consecuencia evitable de la falta de planificación, aseguran los expertos.
El cambio comienza con pequeñas acciones y una gran decisión colectiva: no resignarse al agua, sino trabajar unidos para que la ciudad vuelva a respirar cada vez que cae la lluvia, explica Bautista.
La cantidad de basura en la ciudad es hasta increíble. Las cámaras del Centro de Movilidad Urbana captaban ayer un vehículo arrojando basura en plena calle. A través de sus redes sociales, el alcalde Roberto Contreras calificaba de "cerdo" a la persona que conducía el carro y pidió denunciarla.
Además, ofreció una recompensa de L5,000 a quien denunciara a la persona que arrojaba la basura pues aseguró que se le pondría una multa de L50,000. Así gana usted 5,000 lempiras y la ciudad L50,000 indicó.
El llamado es para que las personas no arrojen basura en los drenajes y colaboren denunciando a quien lo haga. "No podemos vivir como si no nos importara la vulnerabilidad de la ciudad, de nada sirve hacer obras sino contribuimos a mantener limpio el entorno" dijo el alcalde.
