Ante la ola de reclamos en redes sociales por parte de la población hondureña por el caso del joven repartidor herido de bala en un asalto, el director del hospital Mario Catarino Rivas, Gabriel Paredes, salió en la defensa de sus colegas del centro asistencial y aseguró que al pacientes "se le hicieron todos los abordajes".
Paredes informó a medios de comunicación de la zona norte que el joven, que estudia en el Centro Técnico Sampedrano Americano, ingresó al hospital el 31 de octubre a las 9:20 pm, por una herida de arma de fuego en miembro superior derecho.
"Se le hicieron múltiples radiografías, limpiezas y curaciones de la área, se determinó que no había riesgo y la bala había quedado en tejido blando, no ponía ninguna estructura importante en riesgo y se procedió a darle el alta médica con cita en en consulta externa o en un centro de salud", expresó este jueves.
Indicó que "normalmente, cuando un paciente llega con un balazo y este no daña ninguna estructura y queda debajo de la piel, no se opera ni se borda de emergencia".
"Al muchacho se le hicieron todos los abordajes, los estudios radiológicos para determinar dónde estaba la bala y se identificó que no había riesgo alguno. Si fuera necesario extraerlo, iba a ser en un segundo momento ya de manera programada", dijo.
Paredes defendió que existen criterios médicos, que los galenos del hospital se mantienen profesionales y que este caso se ha usado para fines políticos. "El paciente terminó en el macrodistrito de salud y terminaron haciendo un video casi con fines políticos", apuntó.
Cabe recordar que el joven Emerson Castro, de 20 años, se encontraba trabajando cuando fue atacado por un asaltante armado, identificado como Juan Carlos Urbina "El Burro". Tras recibir un disparo, permaneció tres días con la bala en su cuerpo, hasta que fue intervenido en el policlínico del macrodistrito de salud Las Palmas.
El estudiante relató que estaba terminando una entrega, actualizando la aplicación en el teléfono, cuando el hombre se acercó y dijo que le entregara su dinero, y al resistirse, sacó el arma y le disparó.
Tras el ataque, fue trasladado al hospital Mario Catarino Rivas, donde recibió atención inicial. Sin embargo, la bala no fue extraída. “Solo me limpiaron la herida y dijeron que no podían sacármela, que la tuviera como recuerdo de lo que me había pasado”, recordó.
Por su parte, el doctor Cristopher Fajardo, director del Policlínico Las Palmas, explicó que la bala ingresó en el tórax, salió por el área axilar y se introdujo en el brazo derecho.
Aclaró que en el Policlínico no se practican este tipo de operaciones, pero por instrucciones del alcalde Roberto Contreras se realizó la cirugía al joven por ser un estudiante de uno de los centros técnicos municipales.