Lo que comenzó como un pasatiempo para la sampedrana Eva Sofía Cervantes, ahora se ha convertido en uno de los emprendimientos de repostería más conocidos y aclamados de la ciudad.
La estudiante de psicología relató a LA PRENSA que es una amante de los postres, por lo que a principios de 2019 comenzó a hacer galletas y cheese cakes para su familia, siguiendo recetas de YouTube.
Sin embargo, no fue hasta mediados de marzo de ese mismo año cuando decidió abrir su negocio en línea, con una inversión de L650, donde vendía galletas y chocolates rellenos, principalmente a sus compañeros de universidad.
Contactos
Para mayor información, las personas interesadas pueden ingresar a @ladulcería7 en Instagram
Eva Sofía, de 24 años, comenta que la idea original era vender postres sencillos y no tener una pastelería como ahora, pero a petición de una amiga, se atrevió a incursionar en la elaboración de pasteles.
Para su sorpresa, hacer pasteles resultó ser algo que disfrutaba mucho, lo que la motivó a subir fotografías de los productos a su página de Instagram, mismas que despertaron el interés de varios usuarios de dicha red social.
Crecimiento
A partir de ahí, La Dulcería, como llamó a su negocio, comenzó a crecer; amplió su menú, buscó proveedores y compró utensilios de repostería para brindar un mejor servicio.
En 2020, cuando inició la pandemia del covid-19, su padre se quedó sin trabajo y su mamá también tuvo que dejar de trabajar, lo que hizo que se involucraran en el proyecto y que el negocio pasara a ser familiar.El cierre de comercios en la ciudad propició que los emprendimientos en línea cobraran auge.
La joven comenta que durante los primeros tres meses de pandemia, pasó de tener 303 seguidores a más de 3,000 y una demanda de hasta seis pasteles diarios.Esto la animó para que, al levantarse las medidas de confinamiento, tomara cursos de elaboración de flores y panadería.
Arte
Cervantes, que destaca entre los estudiantes de excelencia académica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Uhan-vs), compartió que en la decoración de pasteles encontró una forma de explotar su potencial artístico, ya que desde niña demostró tener habilidad para el dibujo.
Ahora, la sampedrana tiene cerca de 7,000 seguidores en sus redes sociales e imparte cursos presenciales y en línea a personas que quieren aprender repostería.
La joven expresa que tener un negocio ha sido un reto, ya que ha tenido que aprender a dividir su tiempo entre el estudio y el trabajo, pero asegura que ha disfrutado mucho su recorrido.
“Tener mi negocio me ha permitido cubrir parte de mis gastos en la universidad y ayudar a mis padres con algunas cosas de la casa, además de enseñarme a administrar el dinero y mi tiempo”, señaló.
Acerca de sus planes a futuro, reveló que espera graduarse el próximo año y que sueña con tener un local donde sus padres puedan vender comida buffet y habilitar un espacio para su cafetería, para que los clientes puedan disfrutar de sus postres.
“Quiero poder tener mi café y también trabajar como psicóloga para ayudar a los demás, haciendo las dos cosas que me apasionan en la vida”, manifestó con una sonrisa.
“Motivo a los jóvenes para que no se den por vencidos y sigan sus sueños. Emprender muchas veces es difícil, pero con disciplina y esfuerzo es posible salir adelante”, añadió mientras se preparaba para hornear las tortas de los pasteles que tenía pendientes para el fin de semana.
