En el Mario Catarino Rivas funcionará uno de los hospitales móviles adquiridos por el país para combatir la emergencia por el coronavirus.
Pero no será hasta dentro de mes y medio cuando el espacio comience a funcionar, según las autoridades, porque se construye en Turquía y debido a la demanda mundial de equipo hospitalario, se espera que a finales de abril se embarquen las primeras dos unidades hacia Puerto Cortés y puedan instalarse en el mes de junio.
El proyecto está a cargo de Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) e incluye la compra de ventiladores y pruebas para la detección del virus, lo cual tiene un costo aproximado de 1,557.8 millones de lempiras (62.8 millones de dólares). Solo el del Rivas está valorado en casi 197 millones de lempiras.
El hospital del Catarino, al igual que otro que funcionará en Tegucigalpa y Choluteca, tendrá la capacidad para albergar 60 camas de cuidados intensivos y 31 de cuidados intermedios.
Armando Ramírez, miembro de la Junta Interventora del Rivas, explicó que se eligió la institución porque los hospitales móviles requieren de servicios complementarios como gases provisionales, laboratorios, tomografías, lavandería, entre otros.
Manifestó que mientras llega el hospital de campaña, ellos hacen lo propio con la contratación de más personal y reforzando la compra de equipo.
“Estamos adquiriendo reactivos de laboratorios para hacer los análisis y preparándonos en base al crecimiento de casos que puedan presentarse en las próximas semanas”, señaló Ramírez.
San Pedro Sula es la ciudad más afectada por el COVID-19 con 165 casos.