San Pedro Sula, Honduras.
Respetando el uso de mascarillas, los sampedranos cuya cédula termina en el dígito 1 aprovecharon ayer para hacer sus compras en supermercados, farmacias, abastecerse de combustible y realizar sus transacciones bancarias.
Conforme al calendario emitido por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), en los municipios de los departamentos de Colón, Cortés y El Progreso, Yoro, el proceso de abastecimiento comenzó ayer con los hondureños cuya cédula, pasaporte o carnet de residente finaliza en uno.
En este sentido, los supermercados, las farmacias, algunas agencias bancarias y gasolineras reanudaron sus servicios.
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Aunque la cantidad de usuarios fue mucho menor a las semanas anteriores que hubo permiso para el abastecimiento, muchos ciudadanos “madrugaron” para ser de los primeros en las largas filas que se formaron afuera de los supermercados y de los bancos, sobre todo.
El uso de las mascarillas, guantes, gel antibacterial y el distanciamiento son medidas de bioseguridad obligatorias tanto para empleados como para los clientes con el fin de prevenir que continúe la propagación del coronavirus.
En algunos establecimientos, previo al ingreso, les toman la temperatura a sus clientes y hacen que pasen sus zapatos por cloro.
En los bulevares, el tráfico aumentó, conductores tuvieron que buscar gasolineras abiertas, ya que no todas dieron el servicio.
Las farmacias, por medio de redes sociales, están promoviendo sus líneas telefónicas y correos electrónicos para que sus clientes hagan sus pedidos y se aboquen a las ventanillas solo a recogerlos. Algunos vendedores de frutas y verduras aprovecharon el movimiento de personas para ofrecer sus productos buscando tener algunas ganancias y, al mismo tiempo, evitar que se les eche a perder.
