Han pasado casi tres décadas desde que comenzó un sueño que hoy traspasa fronteras.
La visión de dos jóvenes sampedranos convirtió al país en un fabricante de empaques amigables con el ambiente que no solo abastece al mercado nacional y regional, sino que llega a más de 16 países de Latinoamérica y, ahora, a Estados Unidos, México y Canadá.
Fue en 1996 cuando los jóvenes emprendedores detectaron la necesidad de cubrir la demanda local de empaques desechables en la Capital Industrial de Honduras.
Eran testigos de cómo la ciudad crecía y, con ello, la necesidad de este producto. Con apoyo de sus familias nació Microenvases, hoy una compañía que genera divisas y empleo, como parte del Grupo Inversiones Estratégicas.
La empresa genera trabajo directo para más de 400 hondureños, muchos de ellos capacitados en tecnología de empaque en Estados Unidos y otros países de América Latina.
De manera indirecta beneficia a más de 1,000 personas y sostiene una red de más de 100 proveedores nacionales.
Tecnología de punta
Recorrer la planta ubicada en el sector de El Polvorín es una experiencia única: son más de 12,000 metros cuadrados de instalaciones de producción y almacenaje.
Asimismo, cuentan con un sistema de generación de 1.2 megavatios de energía solar fotovoltaica, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad.
Detenerse a observar la operación de máquinas de última generación, donde se elaboran vasos, platos, empaques y bolsas con los logos de reconocidas marcas mundiales, deja claro que Honduras produce calidad.
Cada trabajador es una historia, y muchos de ellos agradecen tener un empleo desde la fundación de la compañía.Aunque gran parte de sus materias primas provienen del extranjero, la empresa prioriza los encadenamientos locales en servicios e insumos, fortaleciendo la economía nacional y desarrollando una industria estratégica en Honduras.
Proveedor en más de 16 países
El crecimiento del mercado nacional e internacional superó las expectativas. Con tecnología estadounidense que permite producir millones de empaques en serie, la compañía sampedrana comenzó a trascender fronteras: primero llegó a Guatemala y El Salvador, luego al resto de Centroamérica y el Caribe.
El producto elaborado por manos hondureñas con tecnología de punta fue reconocido en varios países, como Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Dominicana, Granada, Haití, Jamaica, Martinica, México, Puerto Rico, República de Trinidad y Tobago, entre otros. Los fundadores explican que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos abrió nuevas puertas.
La combinación de esfuerzo y calidad certificada permitió que Microenvases llegara a importantes clientes en estados claves como California, Nueva York y Florida.
Hoy, la empresa se ha convertido en un referente histórico: obtuvo la licencia para producir vasos de la marca Coca-Cola en toda Norteamérica, consolidándose como un proveedor de clase mundial.
Microenvases parte del Grupo Inversiones Estratégicas, es ejemplo de que en Honduras es posible crear industrias no tradicionales competitivas, sostenibles y generadoras de empleo.