El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este viernes la revocación de visas y la imposición de restricciones migratorias contra dos funcionarios hondureños señalados de afectar el proceso democrático en el país, específicamente por acciones vinculadas a la obstrucción del recuento de votos.
Según la información oficial, las visas de Mario Morazán, magistrado del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), fueron revocadas en aplicación de la Sección 221 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), al considerar que sus actuaciones contribuyeron a "debilitar el proceso democrático en Honduras".
Asimismo, el Departamento de Estado rechazó la solicitud de visa del consejero Marlon Ochoa y confirmó que se adoptaron medidas para imponer restricciones migratorias a una tercera persona, cuya identidad no fue revelada, por incurrir en conductas consideradas perjudiciales para la democracia.
Las decisiones se sustentan además en la Sección 212(a)(3)(C) de la INA, que faculta a las autoridades estadounidenses a negar el ingreso a personas cuyas acciones puedan tener consecuencias adversas graves para la política exterior de Estados Unidos.
En su comunicado, el Gobierno estadounidense enfatizó que no tolerará acciones que socaven su seguridad nacional ni la estabilidad de la región, y advirtió que evaluará todas las medidas necesarias para disuadir a quienes interfieran en procesos electorales legítimos en Honduras.
Washington sostuvo que obstaculizar el recuento de votos representa una amenaza directa a los principios democráticos y justificó el uso de sanciones migratorias como parte de su política exterior.
El Departamento de Estado reiteró su compromiso con la defensa de la democracia, el Estado de derecho y la transparencia electoral, y aseguró que continuará dando seguimiento a la situación política hondureña.