De acuerdo con el libro “Memorias de un sampedrano” de Gonzalo Luque, el primer campo de aviación de la Capital Industrial se construyó en 1921, con motivo de la llegada del primer avión militar.
En sus memorias, Luque recuerda que fue el Gobierno del general Rafael López Gutiérrez que trajo el primer avión militar a Honduras. Este era un inglés, tipo Bristol F.2B Fighter, que tenía dos ametralladoras y era pilotado por un británico de apellido Lamb.
Esta información fue confirmada por la Fuerza Aérea Hondureña, en cuyos registros detalla que la aeronave fue adquirida en 1920 con matrícula H-9 y para pilotarla se contrató al veterano de la primera guerra mundial, Ivan Dean Lamb, de origen norteamericano y exmiembro de la Real Fuerza Aérea.
El avión militar fue transportado a Honduras vía marítima y se trasladó a la ciudad de San Pedro Sula, donde fue ensamblado y se realizaron los primeros vuelos de prueba.
Mientras que el 18 de abril de 1921 se realizó el primer vuelo oficial sobre Tegucigalpa, aterrizando en un sitio conocido en esa época como los “llanos del potrero”, hoy aeropuerto Toncontín.
En su libro, Luque narra que para dicho avión y los que le siguieron, el Gobierno construyó un campo de aterrizaje en la parte sur del cementerio general de San Pedro Sula, ocupando parte del cementerio y el barrio Miguel Paz Barahona.
En este campo también logró aterrizar un avión comercial de la Honduras Huber Company. No obstante, después de unos años quedó abandonado, hasta que en 1926 un grupo de ciudadanos pidieron permiso al coronel Mariano Reyes, encargado del lugar, para limpiarlo y hacer un campo de fútbol para el Club Deportivo Marathon.
