“Vivimos muy bien, tenemos nuestros cultivos y nos sentimos útiles, estamos vivos y mantenernos activos nos hace más fuertes”, relató Marco Antonio Ramírez, uno de los adultos mayores residentes en la Casa Hogar Perpetuo Socorro.
Ramírez, de 72 años, agregó que, “esto es un lujo, lo que tenemos ahora, alimentos, medicina y atención médica. Pero lo más importante es que no estamos olvidados, nos sentimos en un verdadero hogar”, afirmó.
El asilo está ubicado en el corazón de la ciudad, en donde más de 80 adultos mayores viven una experiencia de envejecimiento activo, desarrollando actividades productivas como el cultivo de hortalizas y la crianza de tilapia, una iniciativa impulsada con el apoyo de la alcaldía.
Los hermanos José Ismael y José Israel Flores están a cargo del cuidado de las gallinas, las cuales producen más de 70 huevos diarios, que son utilizados como parte de la alimentación en el hogar.
Arnulfo Martínez, director de la Casa Hogar Perpetuo Socorro, explicó que los avances en el hogar han sido significativos gracias al respaldo constante del alcalde Roberto Contreras y su equipo. “Actualmente atendemos a 80 adultos mayores, y estamos en proceso de recibir nuevos ingresos”.
El día a día en la casa hogar es muy activo, los residentes se levantan temprano, desayunan y algunos colaboran en tareas como alimentar las tilapias y cuidar las gallinas ponedoras.
Más tarde, participan en terapias ocupacionales y actividades recreativas. “La idea es mantener a los abuelos ocupados y saludables, tanto física como emocionalmente. Muchas veces el deterioro cognitivo se asocia con el aislamiento, y estas actividades ayudan a prevenirlo”, explicó el doctor Martínez.
Los adultos mayores participan en el cultivo de hortalizas como berenjena, tomate, chile, pepino, rábano y flor de jamaica. Si bien las labores técnicas están a cargo de agrónomos de la Gerencia de Ambiente, los residentes que desean colaborar lo hacen con entusiasmo.
“No se trata de obligarlos a trabajar, sino de ofrecerles una actividad que los haga sentirse útiles y valorados. De hecho, fueron ellos quienes pidieron este tipo de proyectos al alcalde”, añadió.
Muchos de los adultos mayores que residen en el asilo llegan en condición de abandono total, sin familiares que se hagan cargo de ellos.
“Nuestro propósito principal es brindar atención integral a estas personas que no tienen a nadie. Intentamos que no sientan la soledad, ofreciéndoles cariño, compañía y propósito”, subrayó el doctor.
En cuanto a la salud, los padecimientos más comunes incluyen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, cardiopatías y secuelas de accidentes cerebrovasculares.
En el asilo también hay casos frecuentes de trastornos psiquiátricos, que son abordados con atención especializada y acompañamiento emocional.