28/03/2024
02:13 PM

“Todavía no estamos listos para declarar victoria ante el covid”: Piedad Huerta

Si continuamos con las medidas de bioseguridad y no bajamos la guardia, se podría aplanar la curva.

Tegucigalpa

La pandemia del covid-19 en Honduras ha dejado miles de personas fallecidas y contagiadas; además el virus reveló la precariedad del sistema sanitario público.

A dos años del confinamiento que encerró a casi todo un país que enfrentaba con miedo e incertidumbre el comienzo de una pandemia, la representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Piedad Huerta, habló con LA PRENSA sobre cuál podría ser el futuro de la pandemia en el país, cómo ha sido el abordaje de la enfermedad durante ese tiempo por parte de las autoridades de Salud, cuáles son las lecciones aprendidas que ha dejado la emergencia sanitaria.

¿Cómo resumiría el manejo de la pandemia en el país?

Ha habido mucho trabajo, en un principio todos los países tuvieron grandes retos para estructurar su plan de acción y saber qué hacer. Por eso muchos cerraron sus fronteras y los comercios, como ocurrió en Honduras, y eso era con la intención de preparar los servicios de salud y al personal médico darle la capacitación necesaria, comprar materiales básicos para poder abordar los casos que sin duda alguna iban a llegar como llegaron. En cuanto a la preparación de los hospitales sabíamos que el sistema de salud siempre ha sido muy precario; sigue teniendo muchos retos y al principio fue muy compleja la preparación para algo casi desconocido, porque fuimos viendo el nivel de gravedad y nos dimos cuenta que los pacientes se agravaban y que no había un medicamento específico para atenderlos, sino que había que atender la sintomatología de cada persona según se le presentara su situación.

¿Qué se hizo bien o mal durante ese tiempo?

Aquí no hay lo bueno y ni lo malo en el abordaje, hay un abordaje que se ha hecho con medidas de bioseguridad, que se tomaron y se mantienen. La apertura de centros de triaje creo que fue fundamental para desahogar los hospitales o evitar que se saturaran.

Datos

417,335 casos acumulados de covid-19 ha confirmado la Secretaría de Salud en Honduras desde el 10 de marzo de 2020 al 15 de marzo de 2020, de esos, 37,219 se registran en lo que va del año.

10,849 hondureños han muerto a causa de la enfermedad, la mayoría de los que murieron padecían de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedad renal.

131,100 personas se han logrado recuperar de la enfermedad, según los datos de la Unidad de Vigilancia de la Salud; el 96.9% de los que mejoraron fueron entre 2020 y 2021.

¿Qué considera que Honduras pudo haber hecho mejor?

Yo creo que la pandemia vino a dejar al descubierto un sistema de salud que no estaba preparado para una emergencia sanitaria, el número de hospitales, el equipamiento, los recursos humanos en salud; en un principio se decía que se necesitaban médicos especialistas, intensivistas, internistas, neumólogos, porque se pensaba que solamente era una enfermedad respiratoria, luego nos dimos cuenta que no, que era una enfermedad que podía atacar diferentes órganos. Entonces nos dimos cuenta de que realmente no había una preparación ni de la infraestructura sanitaria, ni de los sistemas de información, ni de los recursos humanos suficientes y capacitados en lo que se requería, entonces eso genera y debería generar una enseñanza para una mejor preparación, porque seguramente situaciones como la que tenemos con el covid-19 pueden volver a presentarse.

¿Cuál ha sido la etapa más difícil en la pandemia?

Recuerdo claramente cuando hubo aquella sobresaturación de los hospitales y que hacía falta oxígeno, esa situación para mí☺ fue de la que más me marcó en el abordaje de la pandemia y darnos cuentas que realmente los hospitales en el país, muchos de ellos, no tenían instaladas redes de distribución de oxígeno como es lo usual y que la dotación de oxígeno se estaba dando por medio de tanques portátiles, eso causó una escasez de tanques de oxígeno. Fue un momento muy difícil, de mucha angustia y desesperación porque uno veía las noticias y veía a los pacientes afuera de los hospitales esperando tener acceso a una cama adentro del hospital y tener oxígeno.

¿Cómo ve la situación actual del covid-19 en el país y qué se puede esperar?

Ahora mismo ha disminuido bastante el número de casos nuevos, de hospitalizaciones y de muertes; sin embargo, no es el momento de relajarnos, todavía no estamos listos para declarar una victoria, hay variantes y subvariantes que pueden volver a levantar un pico si nos relajamos. Si se bajan las medidas puede volver a suceder como en diciembre y enero que de pronto ómicron vino a traernos a la realidad por que hubo un relajamiento y luego en enero tuvimos otro pico de casos. En este momento hay que aprovechar esta oportunidad que han bajado los casos para seguir fortaleciendo los sistemas de salud, las medidas de prevención y fortalecer la vacunación. Si continuamos con las medidas de bioseguridad y no bajamos la guardia, sin duda alguna se podría aplanar la curva.

Se habla de una cuarta dosis, ¿qué opinión tiene la OPS respecto a eso?

Nosotros hemos insistido en que lo primero que hay que garantizar es el esquema completo de vacunación para el mayor número de personas en los países, esto quiere decir ir a buscar a las personas, si sabemos que existe una población meta a ser vacunada o elegible que es de 6,229,648 personas hay que asegurarnos que esos seis millones tengan por lo menos la dosis uno y dos que esa es la cobertura, luego que tienen un refuerzo y después de eso se puede hablar de refuerzos adicionales.

¿Cuáles serían las recomendaciones que les daría a las nuevas autoridades de Salud?

Actualizar el plan de abordaje de la pandemia a la situación actual basado en el conocimiento que se ha adquirido a nivel mundial; segundo es el poder abordar las carencias que siguen existiendo en el sistema de salud y hacer un abordaje comunitario, son muy importante los logros que se pueden tener cuando se aborda la comunidad directamente y buscar actores comunitarios que contribuyan en la promoción de la salud; entonces la atención primaria de salud en general debe ser una prioridad de manera proactiva con acciones concretas y tangibles.