La imagen física sigue cobrando fuerza en el mundo de los profesionales y los negocios, la cirugía plástica juega un papel importante como alternativa para tener una “presencia agradable e impecable” en medio de una sociedad obcecada con la juventud y la belleza.
Muchos acuden a los centros de cirugía plástica para “recuperar” la juventud perdida, se observan al espejo y no miran reflejada la edad que sienten tener. Persiste un abanico de motivos que orillan a las personas a someterse a estos tratamientos: habrá aquellos que desean darse un giro para regresar al mundo de las citas románticas, otros por lucir un aspecto juvenil, matrimonios que desean transformar su apariencia física para seguir exteriorizando atracción, otros quieren seguir mostrándose jóvenes y que el mundo los mire así.
Cada vez más profesionales y empresarios de tabla media hacia arriba invierten su dinero y tiempo para modificar algunos rasgos de su apariencia física. Pese a que para una gran parte de los hombres el tema de las cirugías plásticas dejó de ser un tabú, el mercado de la estética está dominado por las mujeres.
Muchas mujeres se dejan llevar por la presión publicitaria para sentirse mejor, mientras que una parte de los hombres de 40 años en adelante llegan a sentir una competencia con los jóvenes, eso los arrastra a cambiarse múltiples zonas del cuerpo.
El cirujano plástico Carlos Flores, del Hospital Escuela, declaró que a nivel de país, el 70% de personas que más se someten a cirugías plásticas son mujeres y el 30% restante son hombres, en un rango común de edades de entre 30 a 50 años.
“Otro dato importante es que, de acuerdo con las últimas estadísticas que manejamos los cirujanos plásticos en Honduras, el 50% de quienes asisten (ambos sexos) son comerciantes individuales, en un 30% los abogados y en un 20% los médicos. Ellos son prácticamente quienes tienen más recursos para someterse a este tipo de procedimientos”, reveló Flores.
También se refirió a otros puntos torales como el período de espera para una próxima cirugía y las recomendaciones a seguir tras practicarse una.
“Es normal hacer revisiones de cicatriz a los seis meses o un año después, y para someterse a otra deben esperar entre uno a dos meses. Las sugerencias puntuales en este sentido son: usar los antibióticos antes de la cirugía, tomar todo el reposo necesario y aplicarse los analgésicos a la hora; con las personas que acostumbran a beber alcohol o a fumar se les prescriben indicaciones específicas en cuanto al aislamiento respecto a estos hábitos”, apuntó el cirujano.
Contrario a que muchos satanizan las cirugías plásticas, el especialista mencionó que estas ayudan a mejorar la autoestima al mirar cambios significativos en su imagen, al tiempo que advirtió los únicos riesgos reales: que se abra una herida o la muerte.
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Quienes desean practicarse una cirugía plástica lo primero que deben hacer es acudir a un especialista de esta rama para que lleve a cabo una evaluación, que básicamente comprende una serie de preguntas y respuestas, además de explicarle un panorama general del proceso.
Posteriormente se pide una valoración mediante exámenes médicos de laboratorio y en algunos casos revisión a través de especialistas de otras ramas de la Medicina. Los pacientes que padecen de diabetes no están aptos a someterse a una cirugía plástica por su condición, más no así quienes sufren de hipertensión, siempre y cuando esté controlada.
“Tenemos una gran responsabilidad al ingresar el paciente al quirófano”
El joven cirujano César Bustillo, en concordancia con otros expertos, considera que la lipoescultura es la más solicitada en la actualidad, así como la de implantes de mama, la de rejuvenecimiento facial en adultos mayores y la de párpados.
En cuanto a las cirugías íntimas, comentó que la que más practica en su caso es volver más juvenil la apariencia de los labios menores, puesto que estos comúnmente crecen y protruyen fuera de los labios mayores, ya sea por el envejecimiento de la persona en sí o o debido a una sexualidad activa.
“Los pacientes que más recibo son de entre 30 a 40 años y los costos son variables, se evalúa el procedimiento a seguir, se calcula el tiempo en el quirófano y la condición de salud del paciente. Como cirujanos tenemos una gran responsabilidad, pues si el paciente entra sano al quirófano, debe salir igual, por eso buscamos seguridad”, externó Bustillo.
“Antes la cirugía plástica era una ciencia nueva, pero ahora se tiene mayor información, por ejemplo, no se recomienda la anestesia general ni atender a pacientes diabéticos; es por ello que se pide una serie de exámenes y una valoración cardiológica a fin de que todo salga bien”, añadió.
Dijo que la demanda de cirugías plásticas crece previo a la Semana Santa y antes de Navidad, temporadas cuando la gente normalmente busca lucir mejor. La mayoría de pacientes que recibe son comerciantes o pequeños empresarios de tiendas, salones de belleza y otros negocios.
Arguyó que en Honduras en este momento casi no hay clandestinidad en cuanto a cirugías plásticas, pero afirmó que lo que predomina es la intrusión, que son especialistas de otras áreas practicando este tipo de procedimientos quirúrgicos.
“En este momento hay un auge de medicina estética, médicos generales que reciben capacitaciones o entrenamientos cortos sobre esto e inyectan botox, rellenos y tienen todo tipo de aparatos, cuando lo idóneo es que todo sea aplicado por cirujanos plásticos”, sostuvo.
“En los años 90 se hablaba de muchas muertes por cirugías plásticas, pero ahora no sucede, el riesgo de morir es mínimo, ahora esto es más seguro, pero la población debe verificar el especialista que buscará, y la ventaja es que todos nos conocemos porque somos un mercado pequeño en el país, sabemos bien quién es cirujano y quién no”, concluyó.
Personas que desean someterse a procedimientos quirúrgicos, en algunos casos, deben aprobar múltiples test para comprobar su buen estado de salud mental. Factores como una presión arterial elevada, problemas cardíacos o sufrir de diabetes pueden descalificar a candidatos para dichos procesos.
