"El Porky", en la clandestinidad con poder y dinero

Condenado y prófugo, Alexander Mendoza sigue liderando la MS-13 desde la clandestinidad, con fortuna y apoyo criminal.

El Porky, en la clandestinidad con poder y dinero
San Pedro Sula, Honduras

Pese a que en 2016 su estructura fue desarticulada y golpeada económicamente con la operación “Avalancha”, Alexander Mendoza, alias “El Porky”, continúa en fuga y moviéndose con la fortuna acumulada producto del narcotráfico en Honduras.

Identificado legalmente como Alexander Mendoza y también conocido como Yulan Adonay Archaga Carías, de 43 años, es el máximo cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS-13).

Durante varias semanas se especuló que uno de los fugitivos más buscados en Honduras y de mayor interés para Estados Unidos había sido capturado en febrero pasado en Colombia, a raíz de la publicación de una página de noticias en Facebook. Esta versión fue alimentada sutilmente por el gobierno y nunca fue negada por las agencias hondureñas.

Sin embargo, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) confirmó el 21 de abril que "El Porky" todavía no ha sido capturado y se mantiene prófugo de la justicia, al reactiva su búsqueda y ofrecer una recompensa de cinco millones de dólares.

Inicios de "El Porky"

Mendoza comenzó como vendedor de aceites automotrices antes de integrarse a estructuras criminales, donde escaló hasta convertirse en uno de los máximos líderes de la MS-13. Su fortuna creció gracias a la extorsión y al envío de droga hacia Estados Unidos.

Fue capturado en diciembre de 2015 en un campo de fútbol del barrio Paz Barahona, en San Pedro Sula, durante un partido entre miembros de su estructura criminal y otro equipo.

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Agentes hondureños identicaron a los cabecillas de la MS-13 que estaban bajo el mando de el Porky. Los sujetos fueron capturados y condenados por asociación para delinquir.

Inicialmente fue acusado por asociación ilícita, pero en febrero de 2016, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) ejecutó la operación “Avalancha”, asegurando empresas, mansiones, talleres, autolotes, vehículos y otros bienes a nombre de miembros, familiares y testaferros de la MS-13.

La operación, que tuvo tres fases, fue el golpe más fuerte contra esta organización: desmanteló parte de su estructura y debilitó su capacidad financiera.

Uno de los blancos principales fue Mendoza. Según los registros de “Avalancha”, desde 2004 el prófugo había comenzado a adquirir casas, terrenos, automóviles y empresas, muchas de ellas a nombre suyo, de parejas o socios, quienes dirigían negocios de transporte, venta de autopartes y comercialización de vehículos nuevos y usados.

También se aseguraron bienes de otros cabecillas bajo su mando, como David Elías Campbell Licona, propietario de empresas de transporte mediante las cuales se movilizaban cargamentos de cocaína.

Empresas de transporte de David Elías Campbell, acusado por Estados Unidos, fueron aseguradas en 2016 en la operación Avalancha.

El 11 de diciembre de 2018, un tribunal de sentencia en San Pedro Sula condenó a Mendoza a 20 años de prisión por asociación para delinquir, junto a otros líderes como Jairo Anwar Orellana, alias “Sony”, quien fue asesinado en la cárcel de La Tolva, en Morocelí, El Paraíso.

La fuga

A pesar de esta condena, Mendoza y su estructura aún enfrentaban un proceso judicial por lavado de activos en Tegucigalpa. En este proceso, la Fiscalía Contra el Crimen Organizado y la Atic intentaban demostrar que los bienes del pandillero provenían de actividades ilícitas, principalmente extorsión y narcotráfico.

El 13 de febrero de 2020, Mendoza protagonizó una espectacular fuga durante una audiencia en el juzgado de El Progreso, Yoro. Al menos 20 hombres armados con fusiles, chalecos y uniformes similares a los de la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP) lograron rescatarlo, dejando un saldo de cuatro personas muertas.

Desde entonces, "El Porky" ha seguido evadiendo a las autoridades, presuntamente sobornando a funcionarios y valiéndose del dinero generado por el tráfico de cocaína para mantenerse oculto.

La Secretaría de Seguridad aumentó la recompensa por información que conduzca a su captura, pasando de medio millón a 3.5 millones de lempiras.

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Acusación

En paralelo, Archaga Carías fue acusado en el Distrito Sur de Nueva York por extorsión, tráfico de drogas y delitos relacionados con armas. El FBI lo incluyó entre los diez fugitivos más buscados. El Departamento de Estado, por su parte, ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares (125 millones de lempiras) a través del Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional (TOCRP).

En la operación Avalancha también fueron aseguradas lujosas residencias en zonas exclusivas a nombre de socios de la MS-13, según la Atic.

“No se puede permitir que este líder terrorista siga en libertad mientras la maldad de la MS-13 devasta comunidades en Estados Unidos y en todo el hemisferio occidental”, declaró la fiscal general Pamela Bondi. “Si puede aportar información que conduzca a su arresto, preséntelo ahora”.

“Desmantelar la MS-13 sigue siendo una de las principales prioridades del FBI”, declaró su director, Kash Patel.

“Archaga Carías no es solo un fugitivo, es un terrorista extranjero que libra una guerra contra estadounidenses inocentes mediante el asesinato, el tráfico de personas y el terrorismo. Seamos claros: bajo esta administración, desmantelaremos la MS-13 pieza por pieza, y cualquiera que lo proteja caerá con él. Hay cinco millones de dólares en juego. Entréguenlo. Acaben con esta amenaza”, advirtió Derek Maltz, administrador interino de la DEA.

Además de Mendoza y Campbell, la acusación formal en Estados Unidos incluye a tres cabecillas más: Juan Carlos Portillo Santos, alias “Juancy”; Víctor Eduardo Morales Zelaya, alias “Cuervo”; y Jorge Alberto Velásquez Paz, alias “Chacarrón”, todos acusados de crimen organizado, narcotráfico y delitos con armas.

Portillo Santos cumple una condena en Honduras, mientras que Morales Zelaya y Velásquez Paz siguen prófugos. El caso está bajo la jurisdicción del juez Gregory H. Woods.

“La MS-13 es una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo”, señaló el fiscal federal interino Matthew Podolsky.

Archaga Carías es considerado el líder máximo de la MS-13 en Honduras. Se le acusa de coordinar operaciones de narcotráfico, ordenar asesinatos —incluyendo de rivales y miembros traidores—, y lavar dinero proveniente de la droga.

Su estructura brindaba protección a carteles que movilizaban toneladas de cocaína a través de Honduras. También contrataban sicarios y proveían armas de alto poder, algunas provenientes de El Salvador, Nicaragua y otros países.

David Campbell, por su parte, fue identificado como uno de los principales proveedores de droga y armas para la MS-13, además de ser un confidente cercano de Mendoza. Campbell colaboraba en actos violentos, planeaba represalias y manejaba empresas para lavar las ganancias de la organización.

Campbell, extraditado a Estados Unidos en abril de 2024, se encuentra actualmente bajo custodia de la Oficina Federal de Prisiones (FBOP).

Morales Zelaya, exlíder nacional de la MS-13 en Honduras, era el responsable de coordinar operaciones narcotraficantes y actos de violencia. Portillo Santos, subordinado suyo, lideraba el tráfico de drogas y asesinatos por encargo en uno de los sectores más grandes del país.

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Redacción web
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Artículo elaborado por la unidad especializada en investigación periodística, reportajes de profundidad y análisis de datos. Se omiten los nombres por protección.