El escurridizo “Porky” se protege con escuadrón de alta seguridad

San Pedro Sula, Honduras.- Las indagaciones de los cuerpos de investigación y antipandillas indican que el principal cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS-13), Alexander Mendoza, alias Porky, está vivo y siempre lleva la voz cantante en esa estructura criminal.

Las autoridades manejan la información que Porky, perfilado en Estados Unidos como Yulan Adonay Archaga Carias y quien es uno de los diez fugitivos más buscado por el FBI, se encuentra en Honduras y se mueve con comunicación a través de aplicaciones de cifrado extremo y bajo protocolos de alta seguridad lo que dificulta su ubicación y captura.

Los análisis de la Policía indican que Mendoza y sus interlocutores utilizan números telefónicos internacionales de Polonia, Israel y Estados Unidos.

Los miembros de esa mara han evolucionado en ese aspecto porque vieron que por las escuchas fue que cayeron muchos de ellos. Los números telefónicos internacionales los compran en línea.

Una de las medidas dentro de los protocolos de seguridad de Porky es evitar lo menos posible el contacto familiar y si lo hace es con procedimiento muy seguros para evitar que los sigan.

Porky es quien coordina el manejo del dinero y su distribución dentro de la estructura criminal. Las indagaciones de los cuerpos policiales establecen que al único que Porky tiene que darle cuentas es al cabecilla de la MS-13 que está en Estados Unidos y de ese país vienen las directrices porque esa mara es una organización transnacional.

Se informó que lo que dio pie a la orden de extradición contra Porky de parte de Estados Unidos fue la captura de un cabecilla de ese grupo delictivo organizado en el país del norte.

Las autoridades manejan la información que Mendoza solo se contacta con personas de su entera confianza para no estarse comunicando con miembros de la Mara Salvatrucha por razones de seguridad.

Tiene una sola línea de comunicación y las personas que se contactan con él son las que se comunican con el resto de la mara.

Uno de los aspectos que lo llevó a Porky a ser el principal cabecilla de la Mara Salvatrucha es la astucia que tiene y la aplica para el “bienestar” de la organización criminal.

Mendoza ha sido estratega en el sentido de como organizar esa estructura delictiva y la distribución de los cabecillas en los diferentes sectores en el país.

Los análisis de las autoridades antimaras y de investigación establecen que Alexander Mendoza es hombre sencillo que no se mete a problemas y “ayuda a la gente cuando se puede y siempre vela por las personas”.

Dicen que no sería violento como otros cabecillas; sin embargo, Estados Unidos lo acusa de ordenar el asesinato de rivales.

En Honduras, lo perfilan como un hombre que le gusta relacionarse mucho con las personas.

Las autoridades policiales informaron que no han establecido que Porky se haya hecho cirugías para transformarse físicamente, sino que es un rumor.

Alexander Mendoza se fugó el 13 de febrero de 2020 en un sangriento operativo de rescate ejecutado por miembros de su estructura criminal en el edificio de los juzgados de El Progreso, Yoro, a donde comparecía a una audiencia por el proceso que se le seguía por varios asesinatos.

Al menos unos 25 mareros uniformados como miembros de la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas y de policías irrumpieron en los tribunales disparando contra los agentes que custodiaban a Medoza y se lo llevaron .

Los pandilleros mataron a dos miembros de la Policía Militar y a dos oficiales de Policía Nacional.

La averiguaciones de la Policía establecen que en el rescate de Porky utilizaron unos diez vehículos.

1. Alexander Mendoza fue capturado a finales de 2015 cuando estaba mirando un partido de fútbol en el complejo deportivo Patria Marathón en Paz Barahona de San Pedro Sula.

2. El 11 de diciembre de 2018 Alexander Mendoza y otros cinco cabecillas de la Mara Salvatrucha fueron condenados a 20 de años de prisión por asociación ilícita y lavado de activos.

3. El 13 de febrero 2020 Porky fue liberado en un sangriento operativo de rescate perpetrado por al menos 25 supuestos mareros uniformados de policías en los juzgados de El Progreso.