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Tratar aguas residuales, otra deuda con San Pedro Sula

  • 17 febrero 2021 /

Mala relación del alcalde con concesionaria retrasa el proyecto de construcción de las plantas de tratamiento, lo que afecta a miles de sampedranos.

SAN PEDRO SULA.

Mientras la ciudad que busca convertirse en una smart city todavía no trata sus aguas residuales, municipios más pequeños como El Progreso y Puerto Cortés sí lo hacen.

San Pedro Sula tiene una mora ambiental histórica en lo que respecta al tratamiento de las aguas residuales.

El río Chamelecón es el principal receptor de las aguas residuales crudas que produce el casco urbano de San Pedro Sula y Cofradía. Los impactos ambientales afectan a las poblaciones asentadas a lo largo del río Chamelecón y al mar Caribe adonde desemboca el líquido, alertan ambientalistas en un estudio.

Un buen número de barrios y colonias tiran sus aguas residuales a la calle, y la mayoría va a caer al río Chamelecón, convirtiéndolo en una cloaca.

Con la concesión de los servicios de agua y alcantarillado sanitario en 2001 se suscribió que el concesionario construiría dicho sistema de tratamiento de aguas.

El contrato de concesión ya alcanza 20 años de los 30 pactados y aún no se ha logrado construir dicho proyecto.

Sin embargo, ahora la inversión es impostergable, por ende la Municipalidad de San Pedro Sula está obligada a negociar con el Gobierno para que esta inversión sea considerada como obra pública y gestionar su financiamiento para que la población no absorba su costo vía cobro de tarifa.

Es un proyecto que resolverá el problema sanitario de sps. Es una promesa no cumplida.

German Pérez. ingeniero agrónomo.

Además, según el análisis de expertos, el contrato de concesión debe ser revisado y ajustado de conformidad con este cambio propuesto.

Ante ese panorama, el Ministerio Público tiene en marcha una investigación para comenzar a deducir responsabilidades a quien corresponda por no actuar a tiempo y no construir una obra estipulada en un contrato.

“Hay una investigación en curso sobre este tema”, explicaron los encargados del caso.

La contaminación ya es regional, lo que preocupa también a los pobladores del resto del valle de Sula.

Contradicciones

El resumen del Plan Maestro Municipal publicado en la página web de la Municipalidad dice que quieren “una San Pedro Sula referente en la región, ambientalmente responsable y sostenible”.

Al recorrer los barrios y colonias, sobre todo aquellos afectados por las tormentas Eta y Iota, se ve la realidad.

No hay sistemas de alcantarillado y los ríos que cruzan la ciudad se han convertido en basureros clandestinos.

En algunos hay rótulos de “prohibido tirar basura”, pero nadie respeta la ordenanza.

Problemática sin solución
El Congreso Nacional autorizó que una comisión de diputados supervisara el contrato de concesión de la alcaldía con Aguas de San Pedro y además que buscara una salida a la problemática que se viene arrastrando desde hace años. Se hicieron varias reuniones, pero nunca se conoció el informe, y pese a las convocatorias no se logró encontrar una solución al problema. Los diputados nunca presentaron informes del caso. Es una situación prioritaria en San Pedro Sula y urge de una solución.

La ciudad tiene ya más de un millón de habitantes y una población flotante diaria de entre 100,000 y 200,000 personas en temporada normal, por lo que, conforme a un informe de desarrollo sostenible, se hace necesario asegurar en el largo plazo servicios como agua potable, recolección y tratamiento de aguas residuales, también las pluviales, manejo eficiente de residuos, adecuación y creación de zonas de recreación natural y protección de los recursos hídricos, entre otros.

La ingeniera ambiental Diana Betancur expresa que, además, el crecimiento poblacional que ha experimentado el área urbana en los últimos 30 años ha forzado la invasión de áreas proclives a inundaciones y derrumbes. “El municipio debe prepararse para los impactos del cambio climático, que en los últimos 20 años ha mostrado efectos significativos por variabilidad climática”, señala.

Datos
10 años de concesión le quedan a Aguas de San Pedro y se tiene que tomar una decisión sobre el servicio del agua en la ciudad.
60 Millones de dólares es la inversión que se haría en la planta de tratamiento, la cual fue anunciada por el alcalde, pero no se ha hecho.

Betancur recomienda que el municipio establezca una política clara de protección a sus recursos naturales, mejorar el bienestar de la población y garantizar las actividades productivas.

Recordó que en 2017 la ciudad concesionó el servicio de recolección de residuos sólidos. “Si bien la recolección de residuos ha mejorado en el área urbana, existen cientos de botaderos clandestinos, incluyendo descombros de construcción, los cuales se ubican a orillas de los

cuerpos naturales de agua que cruzan la ciudad. El Plan de Desarrollo Municipal elaborado en 2017 con visión a 25 años contiene un plan para la gestión integral de residuos sólidos. Se recomienda implementarlo de inmediato”, puntualizó Betancur.

Es problema que debemos resolver. la salud de los sampedranos es prioridad tratando las aguas.

José Antonio Rivera, regidor.

Mala relación

Es un secreto a voces que la pésima relación entre el alcalde Armando Calidonio y Aguas de San Pedro ha impedido que las plantas de tratamiento se construyan.

En una comunicación a la que tuvo acceso LA PRENSA, la concesionaria emplazó a la Municipalidad para que libere el predio para que se construya la planta de tratamiento en Chotepe en su primera etapa.

Pero el terreno no fue liberado y el proceso de construcción se paralizó.

En esa carta enviada por la concesionaria a la Corporación Municipal se asegura que de no recibir respuesta a la presente y ante la reiterada negativa de la Municipalidad en resolver los incumplimientos reclamados recurrirán a un arbitraje internacional. Por el momento todo el proyecto está paralizado, mientras la contaminación continúa.

No tratar las aguas causa enfermedades

San Pedro Sula no cuenta con planta de tratamiento de aguas residuales: los desechos líquidos crudos de toda la población se descargan en las quebradas y ríos.

La problemática que causa esta situación genera enfermedades de origen hídrico, debido a los virus que se esparcen en el ambiente, como bacterias, protozoos y helmintos, que son transmitidos al tener contacto directo con estas aguas, o por los contaminantes químicos, que también pueden estar presentes en las aguas residuales domésticas e industriales.

El uso del agua se ve afectado también, ya que hay muchas poblaciones que se sirven de estas aguas contaminadas para cubrir sus necesidades domésticas, lo que pone en riesgo su salud.

Si bien es cierto que la recolección y disposición final de la basura ha tenido una mejoría sustancial en los últimos años, aún se queda corta la gestión integral de los residuos sólidos, pues falta crear una cultura en los ciudadanos de no tirar la basura en las calles, ya que se contaminan aún más nuestros ríos y se afectan los drenajes de aguas lluvias de la ciudad.