Condenemos y rechacemos la violencia

Preocupa sobremanera que a medida se acerca el mes y día en que la ciudadanía concurra a las urnas para depositar su voto se intensifiquen hechos y acciones violentas

  • 13 de septiembre de 2025 a las 00:00 -

De cualesquier tipo que sea: política, de género, económica, digital, hogareña, estatal o privada, resulta absolutamente inaceptable. El asesinato del candidato a diputado por el departamento de Yoro, postulado por el partido Libre, Óscar Bustillo, se suma a la de militantes del liberalismo y nacionalismo que han corrido igual suerte, o bien han sido objeto de amenazas anónimas con el objeto de silenciarlos y desistan de su quehacer partidario.

Cuando se recurre a procedimientos intimidatorios con el propósito de silenciar a voces ideológicamente opuestas a las nuestras, significa que carecemos de elementos racionales para hacer valer nuestros criterios por la vía del debate y la persuasión, por lo que se apela al uso letal de la fuerza.

La diversidad de cosmovisiones es antagónica con la tolerancia y pluralidad, buscando imponer el pensamiento único, dogmático y atentatorio en contra de la libertad de opinión.

Nuestra Constitución Política garantiza en distintos artículos incorporados en el Capítulo II, De los derechos individuales, la protección jurídica para garantizar su vigencia.

Apelar a la violencia física y psicológica es una clara evidencia que la democracia está quedando subordinada a la autocracia y que los derechos humanos son percibidos como irrelevantes, prevaleciendo la razón de Estado, rasgo definitorio del totalitarismo.

Las percepciones antagónicas entre amigos y enemigos, buenos y malos, constituyen manifestaciones del pensamiento autoritario, diametralmente opuesto a la heterodoxia ideológica y la diversidad de corrientes intelectuales.

Podemos estar en desacuerdo con ideológicas distintas a la nuestra, y podemos debatirlas apelando a la razón y no a la pasión. Ya lo decía el jurista y gobernante mexicano Benito Juárez: “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Preocupa sobremanera que a medida se acerca el mes y día en que la ciudadanía concurra a las urnas para depositar su voto se intensifiquen hechos y acciones violentas, lo que requiere de permanente vigilancia, denuncia y protección de las y los candidatos a cargos de elección popular.

Cualesquier atentado contra la integridad de los postulantes busca no solo aterrorizar también desestabilizar al sistema político-electoral, con propósitos aviesos e inconfesables.

Recordemos que las libertades no son irreversibles, están sujetas a su debilitamiento y eventual extinción cuando llegan al poder fuerzas políticas e ideológicas totalitarias, extremistas sean de izquierda o derecha: Stalin, Mao, Pol Pot, Hitler, Mussolini, Franco, son nombres que ejemplifican lo aquí enunciado. Sus seguidores actuales pretenden revivir e implementar tales modelos de terror y persecución que provocaron guerras, muertes masivas, campos de concentración y exterminio, todo en nombre de la lucha de clases, la superioridad racial, el nacionalismo a ultranza.

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