27/12/2025
10:44 PM

Las maras o pandillas

Las maras o pandillas

Honduras

Las autoridades policiales lograron la captura de unos 18 antisociales o pandilleros, a quienes se les atribuyen algunos crímenes atroces ocurridos recientemente, como las muertes de los niños de La Pradera, extorsiones y el asesinato de varias personas, lo que viene a constituir un duro golpe a este tipo de organizaciones criminales que tanto daño hacen a nuestra sociedad.

El pandillerismo juvenil en Honduras es ahora una organización de malhechores que operan a nivel transnacional, se mueven particularmente por Centroamérica y México.

En nuestro país se afincaron en la década de los 80 procedentes de Estados Unidos, particularmente de la ciudad de Los Ángeles al ser deportados hacia El Salvador y Honduras, en donde han aumentado su presencia, a tal grado que algunos gobiernos como el de Ricardo Maduro intentaron endurecer las leyes que reprimen sus actividades ilícitas al reformar el Código Penal con la llamada Ley Anti Maras, introduciendo dicha figura como agravante en la comisión de cualquier delito ejecutado en asociación ilícita, imponiéndoles penas más severas.

Pero las detenciones de estos delincuentes por parte de la policía no se han traducido en condenas judiciales, en muchos casos han sido liberados aduciéndose por los jueces falta de pruebas, o por la ineptitud de algunos fiscales en la forma y modo de proponer los requerimientos correspondientes.

Estas organizaciones agrupadas en La Mara Salvatrucha y La M-18 se les ha vinculado también con actividades relacionadas con el narcotráfico, ya sea como “mulas” en el transporte de la droga o como sicarios del crimen organizado, a tal grado que algunos de los ahora detenidos pretendieron sobornar al jefe policial a cargo de su captura como el mismo lo denunció, con una fuerte cantidad de dinero, mal habido por supuesto.

Se sabe que ahora los pandilleros han empezado a negociar directamente con los carteles que operan en el país en una nueva fase, que los ha hecho adoptar nuevos comportamientos, abandonando las señas o musarañas y los tatuajes de antaño para mimetizarse con el resto de la población, pudiéndoseles encontrar trabajando en algunas empresas, sin que nadie lo sepa, o asómbrese estimado lector, estudiando en la universidad --generalmente Derecho-- subvencionados por algunos grupos para trabajar posteriormente con ellos.

Con esta captura esperamos que las fuerzas de seguridad tomen control de la situación y que se refuercen sus estructuras, tanto en el aspecto económico como en el logístico, no permitiéndose la corrupción de antaño que minaba su trabajo en el combate a la delincuencia, ni requerimientos fiscales tortuosos o ineficientes, para que en verdad empecemos a tomar el toro por los cuernos.