¡Gigantes
a vencer!

Hay muchas evidencias arqueológicas que evidencian los gigantes. Tanto George Washington, cuando estuvo al frente de la construcción del fuerte Loudoun, para proteger de indios gigantes.

“Tenemos ante nosotros grandes retos, oportunidades gigantescas que afrontar. Acojo con satisfacción esa perspectiva apasionante y siento deseos de decir al Señor, humildemente: Dame esta montaña, dame estos desafíos”: Spencer W. Kimball.

El gigantismo es una condición médica resultado de un crecimiento anormal debido a alteraciones hormonales. Existen casos documentados de personas realmente altas. Según la endocrinología Marta Korbonits, del Queen Mary Universidad de Londres, esta condición se debe a un exceso de hormona del crecimiento por un tumor en la glándula pituitaria, provocando el gigantismo. Lo cierto es que los científicos han encontrado pruebas de que ciertas personas tenían una predisposición genética a la altura extrema.

Es la bitácora del marino portugués Fernando de Magallanes durante su recorrido de un paso entre el Atlántico y el Pacífico, es un estrecho que encontró y lo describe su escritor Antonio Pigafetta, el cual era un marinero fiel de Magallanes; descubrió la presencia de gigantes, la cual decía que su cabeza llegaba a la cintura y presentó esta raza llamada Patagonians. El reconocido inglés Francis Drake encontró gigantes patagónicos.

Hay muchas evidencias arqueológicas que evidencian los gigantes. Tanto George Washington, cuando estuvo al frente de la construcción del fuerte Loudoun, para proteger de indios gigantes. La realidad es que todos tenemos gigantes que vencer, ya que fuimos diseñados para las alturas”. El Señor Omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas, Habacuc 3:19 NVI. Hemos sido llamados a hacer cosas extraordinarias y por eso viene la crítica, el desprecio, chismes, la cual en este tiempo es atractiva para personas que caminan sin propósito y en una completa ignorancia y rebeldía. Se deben enfrentar gigantes de mediocridad, falta de profesionalismo o ética, promesas verbales que nunca se cumplen, la envidia, que es peor que la ira. Es el tiempo de dejar los enanos mentales y caminar con gigantes espirituales.

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