Fuerza que no se grita, pero se nota

El desafío para el Partido Liberal no es construir fuerza, sino mostrarla. Mientras otros partidos ocupan espacio a base de ruido, el Partido Liberal tiene una estructura real.

  • 04 de abril de 2025 a las 00:00 -

Tras las elecciones primarias de marzo de 2025, Honduras no solo entró en una nueva etapa política, sino también en una disputa intensa por el control del cuento a contar. El Partido Libre y el Partido Nacional han acelerado sus esfuerzos por imponer una percepción de fuerza electoral. Ambos intentan instalar la idea de que solo ellos tienen posibilidad real de ganar en noviembre. Pero esa narrativa, por ruidosa que sea, pasa por alto un factor clave: la mayoría del electorado no votó en las primarias y aún no ha sido escuchado.

El dato más relevante en este momento lo ofrece la encuestadora Le Vote, reconocida por su metodología y enfoque en el votante independiente. Según su estudio más reciente, el 43% de los ciudadanos sin afiliación partidaria, el segmento que decidirá las elecciones generales, se inclina por el Partido Liberal. Libre alcanza un 35% y el Partido Nacional apenas un 22%. Este electorado, menos ideologizado y más estratégico, no busca confrontación, sino propuestas viables.

A este dato se suma otra evidencia significativa. De acuerdo con datos del consultor y estratega Héctor Soto, y lo que fue el movimiento Vamos Honduras del Partido Liberal, logró posicionar 81 candidaturas al Congreso Nacional, ubicándose como la segunda fuerza interna más competitiva en el país. Ahora si sumamos las demás corrientes liberales, el total proyectado supera las 125 candidaturas. Estos números reflejan fuerza organizada, con cobertura territorial.

El desafío para el Partido Liberal no es construir fuerza, sino mostrarla. Mientras otros partidos ocupan espacio a base de ruido, el Partido Liberal tiene una estructura real, un respaldo creciente y una candidatura presidencial que representa equilibrio, transparencia y sensatez democrática. Pero ninguna de esas fortalezas será percibida si no se narran. En política, lo que no se comunica, no existe.

El Partido Liberal debería también activar su voz. No desde la confrontación, sino desde los datos, la estrategia y la coherencia. Porque no se trata de gritar más fuerte, sino de hablarle al votante que sí decide. Ese que no votó en las primarias, pero sí votará en noviembre.

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