El Cohep ha hecho un aporte valioso al presentar los ejes del Enae 2025: empresa, democracia y liderazgo. Pero desde la mirada liberal, es clave recordar que nada de eso es posible sin libertad. Friedrich Naumann, fundador de la doctrina liberal moderna, nos enseñó que la libertad es el derecho de cada persona a tomar sus propias decisiones mientras no afecte a los demás. Esa es la base desde la cual se construyen empresas sólidas, una democracia real y un liderazgo auténtico.
Sin libertad económica, las empresas pierden autonomía; sin libertad política, la democracia se convierte en fachada; y sin libertad de conciencia, el liderazgo se somete. Por eso, más que sumar ejes, se trata de reordenarlos. La libertad debe ser el principio rector: libertad para emprender, para expresarse, para elegir y para crecer. Cuando los ciudadanos son libres, el desarrollo no se impone desde arriba. La libertad activa la creatividad, la inversión, la responsabilidad y la confianza en el futuro.
También es necesario aclarar una confusión común: No es lo mismo igualdad de oportunidades que igualdad de resultados. El liberalismo defiende que todas las personas deben tener la misma posibilidad de superarse, pero reconoce que los resultados dependen del esfuerzo, el talento y las circunstancias de cada quien. Intentar igualar los resultados, como lo propone el enfoque izquierdista, no solo es inviable, sino que ahoga la iniciativa individua, desincentiva el mérito y premia la pasividad. El Estado liberal garantiza condiciones justas para que cada ciudadano defina su propio destino.
Por eso, la gran deuda de Honduras no es solo económica o política, sino histórica: Las nuevas generaciones no han conocido lo que es vivir bajo un gobierno liberal. No han probado lo que significa un Estado que protege sus libertades, estimula su esfuerzo, y no impone límites a sus sueños.
Hoy, cuando el desencanto amenaza, recuperar la visión liberal ya no es solo una propuesta: es una necesidad generacional. Un gobierno liberal no sería solo un cambio de administración: sería el comienzo de un nuevo ciclo donde la libertad deje de ser promesa y se convierta en política viva.