La capital británica vivió ayer por tercer día consecutivo graves disturbios y enfrentamientos entre jóvenes y policías; unos episodios de violencia que se extendieron a otros barrios de la capital y a Birmingham (centro) y que obligó al Primer Ministro, David Cameron, a regresar anticipadamente de sus vacaciones.
La oficina del Primer Ministro informó ayer por la noche que éste regresará hoy de sus vacaciones y que participará en una reunión del Comité Británico de Contingencias de Emergencia y hablará de la situación en la capital británica con la ministro del Interior y con el jefe de la Policía.
Cameron se encontraba de vacaciones con su familia en una lujosa villa en la Toscana, en Italia. El Primer Ministro británico decidió acortar sus vacaciones por la escalada de violencia en Londres.
La Policía informó de episodios de violencia en Birmingham, donde las fuerzas de seguridad se enfrentaron a un numeroso grupo de jóvenes después de que estos rompiesen escaparates, saqueasen tiendas y atacasen varios edificios. Los disturbios comenzaron en el norte de Londres, en el distrito de Tottenham, el sábado por la noche, después de una manifestación de protesta contra la muerte de un habitante en un tiroteo policial la semana pasada, y la violencia se extendió a otras partes durante la noche del domingo.
Incontrolable
Por tercer día consecutivo, Londres vivió ayer graves altercados y enfrentamientos entre jóvenes y la Policía en varios barrios de la capital, donde algunas tiendas fueron saqueadas y coches y edificios fueron incendiados.
Estos incidentes violentos son los altercados de mayor gravedad que sufre la capital británica en muchos años. Un total de 215 personas, entre ellas un niño de 11 años, han sido detenidas desde el inicio de la violencia, informó, el lunes la ministra del Interior Theresa May, la que también tuvo que recortar sus vacaciones.
May calificó los disturbios de “pura delincuencia” y prometió que los autores de estos actos serán llevados ante la justicia “para enfrentarse a las consecuencia de sus acciones”.
Los disturbios se extendieron ayer a otros barrios del sur de la capital, como Hackney, Peckham, Lewisham y Croydon, así como a Birmingham, ciudad del centro del país.
En Hackney, cientos de policías antidisturbios trataban de contener los actos de violencia perpetrados por numerosos jóvenes que se congregaron en la calle principal del distrito, destrozando edificios y vaciando el contenido de un camión parado en medio de la calle, según las imágenes de televisión.
Varios coches fueron incendiados antes de la llegada de la Policía, que dispersó a los jóvenes. Hackney se encuentra a escasos kilómetros de Stratford (este), donde se ubica el estadio que albergará los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Londres el próximo año.
En el barrio de Peckham (sur), una zona pobre del sur de la capital, las imágenes de televisión mostraron un local comercial en llamas que los bomberos trataban de controlar porque el fuego amenazaba a viviendas cercanas.
La advertencia de la violencia se propaga más allá de la capital británica.
Los distritos más afectados --Tottenham, Brixton en el sur de Londres, y ahora los del sur de la capital -- son zonas multiétnicas que tienen elevadas tasas de desempleo.
