Senadores del partido Demócrata pidieron este martes en el Congreso estadounidense que se ponga fin a la separación forzada de menores indocumentados y sus familias en la región de frontera, y presentaron un proyecto de ley que prohíbe esa práctica.
Un grupo de 32 senadores demócratas -minoría en una cámara controlada por el conservador partido Republicano- lanzó el proyecto de una ley que prohíbe la separación de familias de inmigrantes.
La iniciativa as ambiciosa. Ningún legislador republicano manifestó apoyo a la idea, y los líderes en el Congreso no mostraron cualquier señal de que hayan votos suficientes para hacer aprobar esa ley.
Sin embargo, el proyecto es un grito de alerta contra la controvertida política adoptada por el gobierno de Donald Trump e implementada en la práctica por iniciativa del Fiscal General, Jeff Sessions.
La práctica, implementada el mes pasado, se propone intimidar a familias que tengan planes de ingresar al territorio estadounidense para solicitar asilo.
La medida de separar menores de edad de sus familias fue recibida con ásperas críticas de todo el mundo, incluyendo la propia Organización de Naciones Unidas (ONU), que la consideró una seria violación a los derechos de los niños.
'La estatua de la libertad en la política de Trump no muestra una antorcha, sino que ahora carga un par de esposas', dijo a la prensa el senador Jeff Merkley.
Por su parte, la senadora Dianne Feinstein aseguró que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza le informó oficialmente que en solamente 14 días del mes de mayo 658 niños fueron separados de 638 padres.
Esto representa un promedio de 47 familias destrozadas brutalmente por día.
'Esto no es los Estados Unidos que yo conocí, y hemos venido decididos a que esto se termine', dijo Feinstein a la prensa.
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Trump, por su parte, culpa a los legisladores republicanos por aprobar 'malas leyes' y fracasar en reforzar la legislación de control fronterizo.
El proyecto de ley presentado determina que ninguna agencia oficial puede remover un niño de sus familiares 'apenas por el objetivo político de contener individuos que emigren a Estados Unidos o promover el respeto a la ley migratoria'.
Trump hizo del combate a la inmigración clandestina uno de los pilares de su presidencia.