El presidente de Estados Unidos, Donald Trump intentó romper el hielo con su homólogo norcoreano Kim Jong-un durante el almuerzo que ambos líderes sostuvieron en el marco de la denominada cumbre del siglo en Singapur.
El magnate intentó bromear ante las cámaras con Kim y preguntó a los fotógrafos si estaban tomando unas buenas instantáneas: '¿Salimos bien, guapos y delgados? Perfecto'.
Las cámaras enfocan luego a Kim Jong-un parado al otro lado de la mesa, con un rostro totalmente serio pese a las risas del mandatario estadounidense.
Trump y Kim degustaron un menú compuesto por 'Kerabu de mango verde con aderezo de lima y pulpo fresco, Oiseon o pepino relleno coreano y Daegu jorim: bacalao cocido con soja con rábano, vegetales asiáticos. De postre comieron helado de vainilla con pastel de chocolate.
Despues de tres horas y media de reuniones, ambos líderes tomaron un paseo juntos y el magnate decidió mostrarle el interior de su limusina presidencial blindada, apodada 'La Bestia', al líder norcoreano.
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El vehículo presidencial de Trump, Cadillac de nueve toneladas a prueba de balas y bombas, también incorpora oxígeno en caso de que se produzca un ataque químico, un tipo de neumáticos especiales que siguen rodando si hay un reventón y una placa de acero en la parte baja para proteger el chasis de bombas o granadas.
Kim también cuenta con una limusina blindada Mercedes Benz que ha empleado para sus desplazamientos por carretera en Singapur o en la cumbre intercoreana de finales de abril, y que atrajo la atención de las cámaras al circular flanqueada por su equipo de guardaespaldas personales, quienes corrían junto al vehículo.