El pulso entre Estados Unidos y Venezuela atraviesa un punto crítico, con señales que algunos expertos interpretan como una preparación tácita para una posible intervención.
En los últimos días, Estados Unidos anunció su presencia militar en el sur del Caribe, mientras que Caracas intensificó la movilización de sus fuerzas civiles y militares, lo que ha elevado la tensión en la región.
Según fuentes oficiales de defensa estadounidenses citadas por Reuters, un escuadrón anfibio conformado por los buques USS San Antonio, USS Iowa Jima y USS Fort Lauderdale transporta a unos 4,000 efectivos estadounidenses, incluidos 2,200 marines, con el objetivo declarado de combatir el narcotráfico.
En total, se sabe que son seis los buques de guerra estadounidenses operan en aguas de América Latina y el Caribe, representando una contundente demostración de fuerza ante el régimen venezolano.
Según funcionarios del Pentágono, un submarino nuclear y un crucero misilístico, aún no identificados, también formarían parte del despliegue.
Sin embargo, analistas consultados por este medio consideran que la operación también tiene un componente estratégico más amplio, que es ejercer presión directa sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
"Existe la capacidad y la potestad de Donald Trump para intervenir, y no se trata solo de mostrar músculo militar. Se está construyendo un escenario donde todas las opciones —incluida la captura de Maduro— permanecen sobre la mesa", explicó Graco Pérez, especialista en derecho internacional.
El conflicto tiene raíces en la política estadounidense de presión máxima contra Maduro. Desde marzo, la administración de Donald Trump presentó cargos por narcoterrorismo, vinculando al presidente venezolano con redes como el Cártel de los Soles, la FARC y el Cártel de Sinaloa.
De hecho, la recompensa por información que conduzca a su captura se ha incrementado progresivamente, de 15 millones de dólares durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), a 25 millones en la administración de Joe Biden (2021-2025), y recientemente a 50 millones de dólares en el segundo mandato del empresario Trump (2025-2029).
Según las autoridades estadounidenses, Maduro y altos funcionarios, son supuestos miembros del Cártel del los Soles y han colaborado con los grupos antes mencionados y también con el Tren de Aragua para inundar Estados Unidos con cocaína y fentanilo.
"Venezuela se ha convertido en un estado narcoterrorista que sigue colaborando con las Farc y el ELN de Colombia para enviar cantidades récord de cocaína desde Venezuela a los carteles mexicanos, que siguen entrando a Estados Unidos", dijo ante Fox News el director de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Las autoridades reportan 30 toneladas de cocaína incautadas presuntamente ligadas a Maduro y activos por más de 700 millones de dólares, incluidos aviones y vehículos.
¿Cómo son los buques?
Los destructores estadounidenses desplegados cuentan con misiles guiados, incluidos los Tomahawk para ataques a objetivos terrestres, y están equipados con el sistema de defensa aérea Aegis, considerado de última generación en la Marina de Estados Unidos, según datos oficiales.
Cada destructor opera con una tripulación estándar de 329 marineros, desplazándose entre 8.200 y 9.700 toneladas y alcanzando velocidades máximas de 30 nudos (aproximadamente 55 km/h).
Estos buques polivalentes son la columna vertebral de una marina moderna, con funciones que incluyen combate naval, escolta de naves mayores como portaaviones, bombardeos terrestres y defensa aérea.
Además, están diseñados para transportar y desembarcar tropas con su equipamiento, ofreciendo apoyo operativo durante misiones.
Pueden alojar hasta 1,000 soldados, junto a su tripulación ampliada de 1,200 personas, y operar alrededor de 30 aeronaves, entre helicópteros y aviones de despegue y aterrizaje vertical, como los AV-8B Harrier II y los F-35B.
Respuesta
6 buques
de guerra de EUA
han sido desplazados al Caribe
En respuesta a la presión estadounidense, Nicolás Maduro ordenó la activación de un “plan especial de defensa territorial”, que moviliza a 4.5 millones de milicianos en 5,336 comunidades de todo el país.
“Estamos preparados para cualquier agresión, no podrán con Venezuela”, afirmó el mandatario en cadena nacional, acusando a Estados Unidos de intentar justificar una intervención militar bajo el argumento de la lucha antidrogas.
La movilización se produce un día antes de que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtiera que Estados Unidos está dispuesto a “usar todo su poder” para frenar el flujo de drogas hacia su país.
Líderes chavistas como Diosdado Cabello y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, cuestionaron la estrategia estadounidense, argumentando que gran parte del tráfico de drogas hacia Norteamérica transita por el Pacífico, no por el Caribe, lo que debilita la narrativa oficial de intervención.
Ante las acusaciones y vinculos al narcotráfico, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, mencionó que es más bien la DEA el "mayor cartel de drogas" que existe en el mundo. "El director de la DEA, Terrance Cole, conoce a profundidad que la DEA es el mayor cartel de drogas que existe en el mundo. Innumerables documentos y evidencias así lo sustentan", señaló la funcionaria.
Venezuela inició este viernes un programa de “entrenamiento en resistencia revolucionaria” dirigido a más de 300 mujeres chavistas.
Cabello instó a los demás sectores del chavismo a formar sus propios cuerpos de combatientes, con el objetivo de defender la patria frente a las “amenazas” que, según él, el país recibe diariamente de Estados Unidos.
Ante la creciente tensión, la Oficina Externa de Estados Unidos para Venezuela emitió una alerta de viaje, recomendando no permanecer en el país debido a riesgos de detención ilegal, tortura, secuestro, violencia y disturbios civiles.
De acuerdo a Mike Vigil, exjefe de operaciones de la DEA, la recompensa ofrecida por Estados Unidos por la captura de Maduro podría tener resultados positivos, al tratarse de una suma considerable que incluso podría facilitar su detención en el extranjero.
Vigil destacó que, pese a las recientes medidas estadounidenses, el país suele actuar con cautela en casos que involucran a criminales de alto perfil como el presidente venezolano. "Creo que sería una locura entrar a Venezuela con el ejército, pero es posible que se filtre información de cuando viaja a algún lado, para se pueda detener en otro país", afirmó.
Aliados
La administración de Maduro ha solicitado a sus aliados pronunciarse frente a lo que califica de “asedio imperial”, denunciando la movilización de buques y soldados estadounidenses en aguas del Caribe cercanas al país.
Además de Venezuela, gobiernos de Cuba, Bolivia, Nicaragua y Colombia condenaron públicamente la presencia militar estadounidense en la región.
Ante las acciones de Estados Unidos los jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), integrada por 10 países, celebraron una reunión virtual extraordinaria.
En la introducción del encuentro por videoconferencia, el mandatario chavista hizo un llamado a la "unión de todos los pueblos rebeldes, de todos los movimientos sociales" de América Latina, el Caribe, de Estados Unidos, de África y "más allá, en defensa del derecho del pueblo venezolano a la soberanía, a la paz, a la autodeterminación y a su futuro, a su propio desarrollo".
Maduro aseguró que la región atraviesa una "coyuntura de frenesí enloquecido de amenazas" por parte de los que "se creen dueños del mundo" y "los que creen" que América es su "patio trasero".
En el encuentro participaron los mandatarios de Cuba y Bolivia, Miguel Díaz-Canel y Luis Arce, respectivamente; así como los copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo; la embajadora de Honduras en ese país, Scarleth Romero, entre otros.
Respecto al conflicto entre ambos países, el vicecanciller de Honduras, Gerardo Torres, mencionó que “no creemos que la guerra o las agresiones sean la respuesta a los problemas, creemos en la vía diplomática, la presidenta ha sido clara, defendemos el respeto a la soberanía de todos los Estados”.
Expertos internacionales lamentaron la participación de Honduras en la reunión y advirtieron que los países que respaldan a Venezuela podrían enfrentar repercusiones diplomáticas y económicas con Estados Unidos.
“El Gobierno de Honduras le ha apoyado a Venezuela y eso nos podría traer consecuencias con Estados Unidos porque el enemigo de mi amigo es mi enemigo, pero este Gobierno ha hecho sus relaciones de acuerdo a su ideología”, explicó Pérez.
Mencionó que la tensión evidencia un delicado equilibrio entre la soberanía venezolana y la presión estadounidense, y abre la posibilidad de una intervención similar a la que sufrió Manuel Noriega, militar y gobernante panameño arrestado por Estados Unidos en 1989 al ser acusado de narcotráfico. "No lo descartemos", concluyó.