Luiz Inácio Lula da Silva, el expresidente más popular de la historia reciente de Brasil, fue condenado el miércoles a 9 años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero por el juez Sergio Moro, en uno de los cinco procesos judiciales que enfrenta.
La condena, que podrá recurrir en libertad, es un duro golpe contra el ícono de la izquierda latinoamericana, de 71 años, que niega todas las acusaciones y denuncia una 'persecución' para evitar que se presente a las elecciones presidenciales de 2018.
Si la condena es ratificada en segunda instancia, Lula no podrá postularse en esos comicios.
Estas son las cinco acciones penales abiertas contra el expresidente (2003-2010).
Apartamento tríplex
Leo Pinheiro, expresidente de OAS, dijo a la Justicia que el apartamento fue reservado -y luego lujosamente reformado- para Lula y su esposa Marisa Leticia (fallecida en febrero), tras el fin del mandato.
Instituto Lula
La transferencia finalmente se frustró, pero según la fiscalía prueba que el PT tenía 'una cuenta corriente informal de la corrupción' con Odebrecht y que el delito consumado está configurado por la simple propuesta y la aceptación del soborno.
La denuncia sostiene que Odebrecht también habría pagado un apartamento contiguo al que habita Lula en Sao Paulo y que una tercera persona se lo alquiló a su esposa como maquillaje.
Aviones de combate
Según la investigación, Lula recibió 2,25 millones de reales a través de la empresa de su hijo Luis Claudio.
Compra de silencio
Junto con el banquero André Esteves, el empresario ganadero y amigo de Lula José Carlos Bumlai y el propio Amaral, Lula habría intentado acallar al exdirector del área internacional de Petrobras Nestor Cerveró, que se aprestaba a firmar un acuerdo con la justicia y proporcionar detalles sobre el funcionamiento del esquema de sobornos en la estatal.
Angola
Lula 'influenció la política de financiación internacional de BNDES (Banco Nacional de Desarrollo), con la intervención de otros organismos públicos federales para favorecer a Odebrecht', según la denuncia.
La contraprestación fue cuantificada en 20,6 millones de reales en la forma de una participación en los negocios a Exergia Brasil, empresa de uno de sus sobrinos.