El segundo debate republicano celebrado en la Biblioteca Presidencial de Ronald Reagan, en Simi Valley (California), mantuvo una dinámica que provocó un intercambio entre Donald Trump con todos y cada uno de los candidatos. Hubo al menos un momento en el que Jeb Bush calló a Trump.
Pero uno de los momentos más remarcables de la noche fue, sin duda alguna, cuando el exgobernador de la Florida le exigió delante de millones de espectadores que le pidiera perdón a su esposa, mexicana, por sus insultos contra los inmigrantes provenientes de ese país.
Bush le enfrentó directamente por su acusación de que está en manos de sus donantes y dijo a modo de momento revelación que Trump le ofreció dinero como gobernador de Florida para poner un casino, que rechazó. Trump lo negó.
En el debate, Jeb Bush hermano del ex presidente George W. Bush, aprovechó las declaraciones del magnate, quien llamó a 'construir un muro' para evitar la inmigración y le exigió que le pida disculpas a su esposa, quien es oriunda de México.
'El amor de mi vida, mi mujer está aquí ¿por qué no te disculpas con ella?', le reclamó Bush señalando a su esposa que se encontraba en el debate, situación que descolocó totalmente a Trump, quien dijo que no había dicho nada malo, y no tenía nada de que retractarse.
Bush, quien habla español perfectamente, defendió el uso de ese idioma en campaña, y aseguró que 'si un niño' le hace una pregunta en castellano, le responderá en castellano.
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Pese a la tensión del ambiente, ambos contendientes también protagonizaron el momento cómico de la noche. Preguntados cuál sería su nombre en clave para el Servicio Secreto, Bush eligió “EverReady”. “Eso es mucha energía, Donald”, le dijo a su colega de escenario, cuyo ataque favorito a Bush es que tiene “poca energía”.
Ambos chocaron sus manos en un extraño momento de humanidad. Trump eligió “Humilde” como apodo, y todo el mundo pudo ver a Bush partiéndose de risa y diciendo: “Esa es buena”.
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