El 28 % de los 46,7 millones de pobres que hay en Estados Unidos son de origen hispano, lo que convierte a esta minoría en la más representativa del problema de la desigualdad económica en la primera economía mundial.
Según un informe publicado hoy por la Oficina del Censo, en 2014 había 13,1 millones de pobres hispanos, lo que representa, a su vez, el 23,6% de toda la comunidad latina, de 55,5 millones de personas.
La pobreza se ha cebado con los hispanos desde el inicio de la crisis financiera de 2008 y, pese a que se ha registrado cierta recuperación, el índice de pobreza sigue estando por encima del 21,5 % de 2007.
Desde 2007, la población hispana se ha incrementado en 9,5 millones, y uno de cada tres (3,3 millones) de esos nuevos hispanos, llegados o nacidos en el país, ha pasado a engordar las estadísticas de pobreza.
El sueldo medio de los hogares hispanos tampoco se ha recuperado de la recesión de 2008, ya que se situó en 2014 en los 42.500 dólares anuales, por debajo de los 44.165 dólares en términos reales, ajustados a la inflación.
Ese dato está también por debajo de los 53.657 dólares anuales de la mediana nacional o de los 74.297 dólares de los asiáticos, la minoría étnica mejor situada, pero también la que mayor poder adquisitivo ha perdido desde la fuerte recesión de 2008 y 2009.
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Entre los datos positivos de este informe, destaca la caída de los hispanos que no contaban con seguro médico, un índice que ha pasado del 24,4 % en 2013 al 19,9 % en 2014 de personas sin seguro médico.
Una de las razones de que los hispanos sean los que menos disfrutan de cobertura sanitaria, expandida con la reforma sanitaria del presidente de EE.UU., Barack Obama, en 2010, es su origen inmigrante.