Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que la oposición, a la que tildó de “burguesía putrefacta”, busca “incendiar el país” con su llamado a marchar el sábado en todo el territorio en protesta contra su Gobierno.
“Ellos están convocando a incendiar el país para que yo detenga la lucha contra los usureros y los especuladores”, afirmó Maduro durante un acto en el palacio presidencial de Miraflores con estudiantes universitarios partidarios del oficialismo.
En su primera declaración pública sobre la marcha convocada el miércoles por el líder opositor Henrique Capriles, Maduro pidió a sus seguidores “no caer en provocaciones”.
“Ellos que salgan a gritar, a llorar su amargura, nosotros vamos a salir a trabajar, a luchar, a reírnos, a bailar, a disfrutar de esta vida, de esta lucha que estamos dando”, dijo.
Ayuda
El mandatario solicitó también el apoyo de los jóvenes a su ofensiva contra la “especulación” y la “guerra económica” que asegura le ha declarado a su Gobierno el empresariado aliado con la oposición.
“Que el pueblo identifique quién defiende a los especuladores y quién defiende y protege al pueblo. Que cada quien saque sus propias conclusiones”, dijo en referencia a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Decretos
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que aprobaría ayer las dos primeras leyes desde que obtuvo el poder para gobernar por decreto, ambas en materia económica.
Maduro hizo el anuncio en la noche del miércoles en su cuenta oficial de la red social Twitter señalando que aprobaría “las dos primeras leyes” de este período de un año al que lo habilitó el Congreso. Según había anticipado a inicios de semana, se trata de dos normas económicas.
“La nueva ley de costos, ganancias y protección de precio justo y la nueva ley de comercio exterior para garantizar el control de las importaciones y la promoción de las exportaciones”, dijo.
La primera apunta a controlar los márgenes de ganancia del sector privado. La segunda está destinada al sector importador, en un país dependiente de sus compras en el exterior para la mayoría de su consumo. Efe/AFP
