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Fiscales señalan a Temer como el eje central de la trama de Odebrecht

  • 14 abril 2017 /

El mandatario brasileño admitió reuniones con la constructora, pero sin tratar “negocios oscuros”.

    Brasilia.

    ‘La confesión del fin del mundo’ fue finalmente revelada y mantiene a los brasileños pegados a una nueva versión de telerrealidad: los videos emitidos casi sin interrupción de poderosos exejecutivos encarcelados acusando de corrupción al presidente, Michel Temer, y a casi todos los políticos relevantes del país.

    Entre los documentos divulgados hay suficiente material contra Temer, que llegó a la Presidencia el pasado septiembre gracias al impeachment contra Dilma Rousseff. Un informe del fiscal general de la república, Rodrigo Janot, sitúa al actual mandatario como el cerebro de una trama de captación de recursos ilegales cuando era Vicepresidente.

    En una declaración ofrecida a las autoridades, el exejecutivo de la constructora Marcio Faria revela detalles de una reunión celebrada en 2010 junto con políticos del partido PMDB (entre ellos Temer) para confirmar un pago de 40 millones de dólares a la formación, un soborno que aseguraría a Odebrecht la adjudicación de un contrato con la estatal Petrobras.

    Temer admitió haber participado en la reunión, pero negó haberse enterado de dichas negociaciones: “La mentira es que en esa reunión yo habría escuchado referencia a valores financieros o a negocios ilícitos de la empresa con políticos”, afirmó.

    Según cálculos del Supremo hechos a partir de lo narrado por 77 exdirectivos de la constructora y Emilio Odebrecht, solo ese grupo distribuyó coimas por 145 millones de dólares.

    Sobornos

    Ese dinero fue repartido entre los políticos y partidos en el poder, que serán investigados por el Supremo. Los relatos revelan desde financiación ilegal de campañas hasta “favores” en dinero para “retribuir” la obtención de obras públicas que favorecían a la empresa.

    Entre los citados se destaca el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, objeto de buena parte de las confesiones hechas por Marcelo Odebrecht, expresidente del grupo y condenado ya a 19 años de cárcel por el escándalo de corrupción en Petrobras.

    Odebrecht admite que hubo sobornos en las obras para el mundial de fútbol que Brasil acogió en 2014 y cita el estadio del Corinthians, construido para ese evento por la empresa por un pedido expreso de Lula, un reconocido hincha de ese club.

    También reconoce que la firma garantizó contratos de obras para los Juegos Olímpicos de Río 2016, pagando unos 5,2 millones de dólares en sobornos al alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.