Legisladores federales y estatales denunciaron este sábado que al menos 750 migrantes están encerrados en jaulas dentro del nuevo centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz” (Alcatraz Caimán), al que calificaron como un "campo de internamiento".
Los congresistas, todos del Partido Demócrata, aseguraron que el sitio —ubicado en un aeropuerto abandonado en medio de los Everglades, al oeste de Miami— representa un “costoso truco publicitario y político” por parte de la Administración de Donald Trump y el Gobierno de Florida.
"Acabo de salir del campo de detención de inmigrantes en los Everglades de Florida. 750 humanos en jaulas. No nos permitieron hablar con los detenidos. No caminamos por las áreas ocupadas. Hay inmigrantes sin antecedentes criminales", denunció el senador estatal Carlos Guillermo Smith.
Florida permitió el ingreso de legisladores al sitio tras las fuertes denuncias sobre las condiciones “infrahumanas” en las que estarían recluidos los migrantes. Sin embargo, el acceso a la prensa sigue restringido. En días anteriores, medios locales reportaron escasez de agua, alimentos descompuestos, calor y humedad “asfixiantes”, y carpas improvisadas.
La congresista federal Debbie Wasserman Schultz detalló que en una sola jaula hay hasta 32 personas, con acceso limitado a literas y baños. "Obtienen agua para beber y lavarse los dientes donde defecan, en la misma unidad", afirmó con indignación.
“Están usando jaulas. Estos detenidos están viviendo en jaulas. Las imágenes que ustedes han visto no le hacen justicia al lugar. Están esencialmente hacinados”, agregó Wasserman Schultz a medios afuera del centro.
Por su parte, el legislador federal Darren Soto criticó el costo de construcción del centro, estimado en casi 500 millones de dólares, además de advertir sobre los riesgos de instalarlo en una zona propensa a inundaciones durante la temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.
Soto también alertó que la situación no solo pone en peligro a los migrantes, sino también a agentes federales y miembros de la Guardia Nacional de Florida que están destacados en el sitio.
"Tristemente, vemos que el presidente Trump le quita el estatus legal a casi 1 millón de inmigrantes cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses en nuestro estado, y ahora está deportando a familiares de millones de ciudadanos de Florida de la manera más inhumana posible", lamentó.
Los legisladores demócratas exigieron monitoreo constante y transparencia en el manejo del centro, que fue inaugurado la semana pasada con capacidad para hasta 5,000 migrantes. La apertura se dio luego de una visita del expresidente Donald Trump a la zona.
La Arquidiócesis de Miami también alzó la voz y calificó el sitio como un espacio “corrosivo” e “inapropiado” para el manejo de personas en situación migratoria vulnerable. EFE
