La NASA lanzó la sonda Osiris-Rex para perseguir un asteroide oscuro llamado Bennu, al que los científicos quieren observar de cerca por su trayectoria potencialmente peligrosa para la Tierra. La sonda tomará una muestra del asteroide y, en una novedad para el programa espacial de Estados Unidos, la traerá de vuelta a la Tierra.
La sonda, bautizada como Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Explorador de Regolitos (Osiris-Rex, por sus siglas en inglés) despegó el jueves por la noche a 19.05 hora local (23.05 GMT) desde el centro de la Agencia Espacial de EUA (NASA) en Cabo Cañaveral, en el estado de Florida.
| Peligro
La NASA incluye a Bennu en su grupo de Asteroides Potencialmente Peligrosos (conocidos como PHA en sus siglas en inglés), aquellos más cercanos a la Tierra y que, en el caso de Bennu, significa que tiene una de entre 2.700 posibilidades de impactar en la Tierra en algún momento entre 2175 y 2199.
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La sonda Osiris-Rex recogerá muestras de la superficie rocosa de Bennu y las traerá de vuelta a la Tierra para que los científicos puedan analizarlas en detalle y descifrar nuevos misterios del origen del sistema solar y de la vida en nuestro Planeta, según detalla la NASA en un informe de la misión espacial.
La sonda fue lanzada anoche desde Cabo Cañaveral.
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Las muestras de los asteroides tienen un gran valor científico porque estos cuerpos celestes son restos de los elementos originales con los que se formaron los planetas y pueden ayudar a los científicos a comprender mejor el nacimiento del sistema solar.
Esta es la primera vez que EUA emprende una misión para recoger muestras de un asteroide y volver con ellas a la Tierra, una hazaña que ya logró hace años la misión japonesa Hayabusa que viajó hasta el asteroide Itokawa y trajo muestras espaciales.
Otro de los objetivos de la sonda Osiris será estudiar las características de Bennu, su forma, su tamaño, su masa y su órbita, que es casi circular y se acerca a la Tierra cada seis años.
Esta paradoja entre Bennu como portador del origen de la vida y, al mismo tiempo, como potencial amenaza, ha hecho que la NASA haya usado nombres de deidades de la mitología egipcia para designar a los dos objetos en interacción.