Managua, Nicaragua.
Disidentes sandinistas se manifestaron ayer frente al Parlamento de Nicaragua demandando elecciones limpias y justas, a tres meses de los comicios en los que el presidente Daniel Ortega buscará un tercer mandato consecutivo.
Cerca de medio centenar de personas se congregaron frente al congreso, en cuya fachada colocaron una manta con un “Basta Ya”, mientras agentes de policía los vigilaban. El parlamento reanudó ayer su labor con una reunión de la junta directiva, tras un receso de medio año y la destitución de 28 diputados opositores.
Los manifestantes recibieron el apoyo de conductores de taxis, de autobuses y de vehículos privados que al pasar frente al grupo hacían sonar las bocinas y aminoraban la marcha, lo que era celebrado por los manifestantes con aplausos. Por primera vez, la disidencia sandinista salió a las calles sin la participación de otras fuerzas políticas, para manifestarse contra el gobierno de Daniel Ortega, a cuyo régimen tachan de “dictadura” por concentrar todo el poder.
“No hay por quién votar”, “Estas no son elecciones” se leía en una réplica de boleta electoral en la que aparecen los nombres de los candidatos acompañados por imágenes de alimañas.
En el grupo destacaban los legendarios exguerrilleros Dora María Téllez y Hugo Torres, quienes fueron miembros del comando sandinista que tomó por asalto el congreso en 1978, hizo rehenes a varios diputados y obligó al régimen de Anastasio Somoza a negociar la libertad de varios reos políticos.
Disidentes sandinistas se manifestaron ayer frente al Parlamento de Nicaragua demandando elecciones limpias y justas, a tres meses de los comicios en los que el presidente Daniel Ortega buscará un tercer mandato consecutivo.
Cerca de medio centenar de personas se congregaron frente al congreso, en cuya fachada colocaron una manta con un “Basta Ya”, mientras agentes de policía los vigilaban. El parlamento reanudó ayer su labor con una reunión de la junta directiva, tras un receso de medio año y la destitución de 28 diputados opositores.
Los manifestantes recibieron el apoyo de conductores de taxis, de autobuses y de vehículos privados que al pasar frente al grupo hacían sonar las bocinas y aminoraban la marcha, lo que era celebrado por los manifestantes con aplausos. Por primera vez, la disidencia sandinista salió a las calles sin la participación de otras fuerzas políticas, para manifestarse contra el gobierno de Daniel Ortega, a cuyo régimen tachan de “dictadura” por concentrar todo el poder.
“No hay por quién votar”, “Estas no son elecciones” se leía en una réplica de boleta electoral en la que aparecen los nombres de los candidatos acompañados por imágenes de alimañas.
En el grupo destacaban los legendarios exguerrilleros Dora María Téllez y Hugo Torres, quienes fueron miembros del comando sandinista que tomó por asalto el congreso en 1978, hizo rehenes a varios diputados y obligó al régimen de Anastasio Somoza a negociar la libertad de varios reos políticos.
