23/06/2025
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De protagonista de telenovela a chofer de Uber

  • 29 octubre 2016 /

Actores mexicanos revelan cómo logran sobreviviren los Estados Unidos y de qué beneficios gozan.

Miami, Estados Unidos

Era una escena sacada de una telenovela emocionante, uno de esos dramas en español que presentan una traición y un romance a la vez en las pantallas televisivas de todo el mundo.

Pablo Azar, la estrella de ojos verdes de las telenovelas mexicanas, descendió de una limusina y recorrió la alfombra roja en un programa de premios aquí el año pasado en medio del habitual alboroto que rodea a las celebridades. Las cámaras destellaron. Las fanáticas gritaron. Azar, de 34 años de edad, sonrió ampliamente y entró al recinto.

Pero después del programa de premios, Azar hizo algo que su ejército de admiradoras nunca habría imaginado: se cambió de traje, subió detrás del volante de su auto y empezó su turno como chofer de Uber, un empleo del cual depende cuando está entre uno y otro empleo temporal de actuación para pagar sus cuentas.

Apuesta
Algunos actores de Telemundo apuestan por conseguir logros sindicales para mejorar su estatus laboral.
“Al principio, me avergonzaba de esto”, dijo Azar, un actor que reside en Miami y quien a menudo es reconocido por los amantes de las telenovelas aquí y en el extranjero, desde el estudio en Wynwood donde también pinta y vende su arte. “Nuestras fanáticas de Latinoamérica que ven las novelas piensan que somos millonarios y que conducimos Ferraris y vivimos en Beverly Hills”. Pese a su devoto grupo de seguidoras en todo el mundo, Azar y muchos actores de telenovelas que graban sus programas en Miami pasan apuros para mantenerse entre un trabajo y otro.

Esto no es porque trabajen para una compañía extranjera: las novelas son producidas por Telemundo, una cadena en español propiedad de NBCUniversal y con sede en Miami (Univisión, su rival, importa casi todas sus telenovelas de Televisa, una compañía mexicana).

Y no es porque Telemundo, anteriormente el que llevaba las de perder, esté financieramente en apuros: sus ratings han ascendido tanto que este verano se clasificó como la cuarta cadena más importante, y ahora rutinariamente supera a Univisión entre el codiciado grupo de espectadores de entre 18 y 49 años de edad en horario estelar durante la semana. Lo que es más, las telenovelas son un éxito para la cadena televisiva en español.

La diferencia es esta: los programas televisivos de Telemundo son producidos en español, no en inglés, lo que hace más fácil que la cadena argumente que los programas son diferentes de otros producidos en Estados Unidos. Como resultado, ha sido más fácil que Telemundo eluda la presión del sindicato de la industria televisiva, el SAG-AFTRA, que está presionando a la cadena para que lleguen a un acuerdo.

De hecho, Telemundo es la única cadena grande en Estados Unidos que contrata a actores profesionales pero no produce sus programas bajo contratos sindicales. Las estrellas de Telemundo dicen que su salario generalmente no es tan alto como los de sus colegas en dramas estadounidenses.

Ahora está enfrentando una campaña por parte de muchos actores para trabajar bajo la protección del sindicato en una época en que Telemundo está reinventando las telenovelas; un pariente, por así decirlo, de los dramas estadounidenses, solo que con esteroides.

Telemundo ha sacudido a las telenovelas al hacerlas más de moda, más atrevidas y más diversas. Sitúa algunas de ellas en ciudades como Chicago, Miami y Los Ángeles _ no solo lugares en Latinoamérica _ y sondea los mundos de los carteles de la droga (a estos programas les llaman narconovelas), los cruces fronterizos, las familias de inmigrantes y los imperios del transporte.

Esto ha atraído a más hombres y audiencias más jóvenes en Estados Unidos y otras partes, incluido el recientemente capturado capo de la droga mexicano conocido como El Chapo, Joaquín Guzmán Loera.

Pero a diferencia de los dramas estadounidenses, cuyo número de espectadores se ha desplomado en los últimos años, las telenovelas siguen siendo inmensamentelares. Y, a diferencia de los actores de los dramas estadounidenses (o la mayoría de los actores televisivos) en Estados Unidos, los actores de Telemundo en Miami, la mayoría de los cuales son residentes legales o ciudadanos de Estados Unidos, no trabajan bajo la protección sindical.

Esto significa que no tienen seguro de salud, derechos residuales por nuevas transmisiones o el considerable mercado internacional, o cobertura de accidentes ocurrido en el set, que están lejos de ser poco comunes. Tampoco hay una garantía de salario mínimo, aunque ese no tiende a ser un gran problema.

Los actores en todas partes pasan apuros para encontrar trabajo en un campo fieramente competitivo. Pero lo que es inusual es que muchos actores de telenovelas son famosos, con una base de fanáticos enorme y devota en todo el mundo. Entre empleos de actuación, sin embargo, algunos de estos actores en Miami venden bienes raíces, diseñan playeras, conducen un Uber o regresan a Latinoamérica donde las condiciones laborales son mejores. Tomado NYT