Un árbitro dirigía un partido de fútbol de la Liga Passense, al sur del estado de Mina Gerais, en Brasil, cuando de pronto salió corriendo hasta el lugar en el que tenía sus pertenencias y sacó un arma.
Minutos antes de la inusual acción, el réferi había recibido un golpe en la mejía por parte de un jugador, y por ello decidió sacar la pistola para hacerle frente a su agresor.
Según testigos, en este caso los jugadores; al minuto 30 del segundo tiempo, el juez pitó un penal en contra del equipo Industrial, decisión que no fue apreciada por el defensa Marcos Lopes Vieira, quien le propinó un golpe en la parte baja del ojo derecho al réferi, razón por la cual este fue a sacar su arma y el partido se suspendió.
Camilo Eustáquio de Souza, nombre del árbitro, quien también es policía, expresó que al sacar su pistola quería llevarse detenido al jugador por lesiones corporales, ya que según él es un delito, e hizo la denuncia por lo acontecido.
'Traté de detener a un ciudadano infractor, es lo que me pide la ley', expresó De Souza a un canal televiso local, en donde también mostró el golpe recibido en su rostro.
José dos Santos Vítor, presidente de la liga, manifestó que todavía no hay una fecha determinada para la reanudación del partido entre Oriente de Passos e Industrial de Itaú de Minas.
Fuente: Infobae
