Una de las herencias del derroche del gobierno de Manuel Zelaya para la gestión de Porfirio Lobo Sosa será una deuda de unos 100 millones de lempiras que Casa Presidencial debe a sus proveedores.
Zelaya dejó una mora de 200 millones de lempiras por compra de bienes y servicios que programaba pagar con la partida confidencial; pero al vacar en el cargo, la administración interina del gobernante Roberto Micheletti asumió el compromiso de liquidarla.
Pero el dinero no ajusta: “Diariamente se pagan millones de lempiras, pero no creo que se logre pagar todo... yo creo que una buena meta sería pagar el 50% de los 200 millones”, dijo el jefe del Staff Presidencial, Javier Valladares.
Presidencial tenía dos cuentas para asumir gastos, la partida confidencial, de la que el ex gobernante Zelaya disponía a su antojo y sin dar mayor cuenta; y la discrecional, la que sí tenía mayor supervisión.
Medidas
Como paliativo al desorden financiero se decidió eliminar la cuenta confidencial y cancelar todos los compromisos con la discrecional, explicó Valladares.
“Muchas empresas presentaron documentos sin los soportes correspondientes y el Tribunal Superior de Cuentas no nos permitía pagarlos hasta el momento”, explicó.
El presupuesto de Casa Presidencial asciende a unos 630 millones de lempiras anuales, por lo que, de entrada, quedaría reducido a 530 millones si la nueva administración para de entrada la deuda.
El despilfarro en que incurrió Zelaya llegó al grado de que, por ejemplo, se erogaron 20 millones de lempiras para el alquiler de helicópteros para movilización del ex mandatario y sus comitivas, incluso a lugares cercanos a la capital.
De igual manera, se aprobaron gastos de hasta diez millones de lempiras en alquiler de suites de lujo en hoteles de la capital para que vivieran asesores del ex Presidente que tienen residencia fuera de la ciudad.
Estos datos constan en un informe del Tribunal Superior de Cuentas.
Los entes contralores descubrieron este despilfarro sólo hasta que Zelaya fue destituido.
