Los precios de los 282 productos y servicios que componen la canasta básica de consumo para el hondureño experimentarán en 2009 el crecimiento más bajo de la presente década.
De acuerdo con el Banco Central de Honduras, de enero a noviembre del presente año, el índice de precios al consumidor, IPC, variable usada para calcular el costo de vida, alcanzó 3% y para diciembre se estima que sumará 3.5%.
La meta revisada en el programa monetario 2009-2010 era cerrar una inflación entre 4% y 4.5%.
Para Sandra Martínez de Midence, presidenta del BCH, la inflación es un problema resuelto y por eso las autoridades de esa institución han enfocado sus esfuerzos en la política monetaria.
Agregó que lo anterior es el resultado de la contribución del sector empresarial para mantener los precios de los artículos de consumo básico, así como de las políticas del Gobierno para proteger el poder adquisitivo del salario de los hondureños.
Subraya que la estabilidad en productos como granos básicos, derivados de la leche y carnes ha incidido en mantener el costo de la canasta alimenticia, a lo que se suma el costo de servicios como el transporte público y la energía eléctrica. Se estima que, en Honduras, un hogar de cinco miembros necesita destinar casi 40% de sus ingresos a cubrir los requerimientos nutricionales; es el principal área de gastos.
Desde el punto de vista macroeconómico, el BCH considera que buena parte de la desaceleración del crecimiento de los precios se atribuye a la estabilidad cambiaria, pero además ha contribuido a este resultado la debilidad de la demanda interna, que en períodos anteriores estuvo creciendo a tasas superiores al aumento del PIB. Adicionalmente, ha influido en la menor inflación la caída en el uso del crédito bancario y las condiciones económicas mundiales que han abaratado el precio de las materias primas y los combustibles, en especial al compararlos con los registrados a mediados de 2008.
La presidenta del Banco Central de Honduras considera que el esfuerzo del Gobierno para lograr una mayor coherencia en la política monetaria ha contribuido a que los hondureños accedan a los bienes y servicios básicos.