Los 177 migrantes venezolanos que llegaron a Honduras este jueves estaban retenidos en la base militar de Guantánamo en Cuba.
Desde el pasado 4 de febrero, Estados Unidos comenzó a trasladar a migrantes venezolanos - varios de ellos en centros de detención desde hace meses- hacia la base militar en territorio cubano.
En una publicación en la plataforma X, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) informó que un avión del Gobierno estadounidense transportó a los migrantes desde la base hacia Honduras, donde fueron “recogidos por el Gobierno venezolano y llevados a su país de origen”.
Así, Honduras se convierte en el sexto país de la región en recibir migrantes de otras nacionalidades, deportados desde Estados Unidos.
Este jueves, la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional informó a través de un comunicado: “El día de hoy (jueves) se realizan acciones humanitarias del traslado de migrantes venezolanos provenientes de Estados Unidos por medio de la base militar conjunta entre Estados Unidos y Honduras, Soto Cano en Palmerola, Comayagua”.
El escrito explica que los venezolanos trasbordaron en horas del mediodía un avión con bandera estadounidense a un avión con bandera de Venezuela.
El canciller Eduardo Enrique Reina dijo que la acción fue un trabajo en conjunto, por instrucciones de la presidenta Xiomara Castro, en cooperación con Estados Unidos y la República de Venezuela, con quienes Honduras tiene relaciones diplomáticas.
Añadió que la labor humanitaria se hizo con la participación de la Secretaría de Defensa, el asesor presidencial Manuel Zelaya Rosales y funcionarios estadounidenses, como el enviado especial para América Latina, Mauricio Claver-Carone, y el enviado presidencial Richard Grenell.
Son “lo peor de la peor”
Como parte de su política de “mano dura” contra los migrantes en Estados Unidos, el presidente Donald Trump decidió retener a los migrantes, todos venezolanos, en la base militar en Guantánamo.
Varios funcionarios de la administración, incluyendo la secretaria Kristi Noem, han calificado a estas personas como “lo peor de la peor” y han justificado su traslado a Guantánamo, asegurando que son de “alto riesgo” y vinculándolos con el grupo criminal venezolano Tren de Aragua.
Son puente para deportados
México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá aceptaron servir de puente para las repatriaciones de migrantes de otras nacionalidades.
El vicecanciller Antonio García dice que Honduras no será un tercer país seguro, y explicó que lo que sucedió fue que Honduras sirvió como “puente humanitario” a petición de Estados Unidos y Venezuela.
Aclaró que el trasbordo de venezolanos no se trata de un acuerdo permanente entre Estados Unidos y Honduras, aunque no descartó que se pueda volver a realizar si el Gobierno estadounidense lo solicita.
“No quiere decir que es un acuerdo permanente, simplemente fue hoy, y cualquier ocasión futura se analizará caso por caso, y si es en las mismas condiciones, muy probablemente lo volvemos a hacer, ya que Honduras es amigo de ambos países y ayudamos a que el ciudadano vuelva a casa”, expresó.
César Castillo, coordinador del Observatorio de Migraciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), explicó que un tercer país seguro consiste en que los migrantes permanezcan en otro país mientras se resuelve su proceso migratorio en Estados Unidos.