Casas dañadas, cultivos perdidos y aldeas incomunicadas dejaron las tormentas que han caído sobre el Valle de Sula en los últimos días.
El mayor daño lo recibieron las partes bajas de El Progreso, Yoro, adonde hasta ayer se contaban más de 180 personas afectadas en varias comunidades adyacentes al río Ulúa. También se reportaron daños en menor escala en otras zonas del Valle de Sula como en la aldea Santiago, del municipio de Pimienta, Cortés, en donde las filtraciones dañaron aproximadamente 20 manzanas de cultivos de banano y maíz.
En cuanto a las zonas bajas del municipio de Potrerillos, las autoridades reportan que el desbordamiento del afluente del río Humuya dejó varias manzanas de maíz afectadas, así como el cierre de un acceso a la aldea El Bejuco.
Copeco ya empezó a repartir víveres a las más de 180 personas que han sido afectadas por las llenas.
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Perdomo informó que aún no se han cuantificado las manzanas de cultivos afectadas por las llenas en la parte baja de El Progreso.
“Estamos a la espera del informe del Departamento Municipal Ambiental sobre la cantidad de cultivos de maíz y palma africana destruida por las llenas”, añadió.
Rony Rodríguez, subcomisionado regional de la Comisión Permanente de Contingencias ( Copeco), dijo que recibieron informes de daños de varias partes del Valle de Sula, pero que hasta ayer no podían cuantificar las hectáreas de cultivos afectadas. “Estamos a la espera de que la Secretaría de Agricultura y Ganadería nos dé información”.
Niveles
Rodríguez indicó que las últimas lecturas que se reportan son favorables, ya que revelan que los niveles de los ríos Ulúa y Chamelecón han bajado hasta un metro, aunque la alerta continúa porque se pronostican más lluvias para la parte occidental del país.
“Tenemos varios puntos donde monitoreamos el nivel de los ríos, por ello estamos preparados para avisar a la población con anticipación sobre el peligro de las crecidas y así evitar que se pierdan vidas”. Rodríguez finalizó haciendo un llamado a la población que vive cerca de los ríos a estar alerta.
La temporada de huracanes finaliza el 30 de noviembre y no se descarta que Honduras sea afectada por un fenómeno el próximo mes debido a la intensa temporada.