Luego que se divulgara que el general en retiro de las Fuerzas Armadas de Honduras, Romeo Vásquez, está entre los diez más buscados por la Policía Internacional, tras reunión de Consejo de Ministros en Olancho este domingo, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, mencionó que hay una recompensa de un millón de lempiras para la persona que proporcione información de Romeo Vásquez.
“El general en condición de retiro, Romeo Vásquez, es oficialmente prófugo de la justicia hondureña. Hay una recompensa de él y de los nueve más buscados. Hay un dato que se omite. La recompensa para la persona que brinde información para la captura de Romeo Vásquez es de un millón de lempiras”, dijo Gustavo Sánchez durante la conferencia.
En la conferencia de prensa, el Consejo de Ministros dijo que en otros momentos se instrumentalizó a las Fuerzas Armadas por intereses del bipartidismo. “Utilizaron al general Romeo Vásquez para dar un golpe de Estado, para instalar una dictadura, un narcoestado para privatizar las empresas públicas, para destruir las arcas del Estado y crear los fideicomisos, para enriquecer un pequeño grupo de personas”.
En horas de la mañana de este domingo, una vez que se hizo pública la lista de los diez más buscados, Romeo Vásquez, mediante un comunicado manifestó: “persecución política” y una “venganza” por haber defendido la Constitución durante el golpe de Estado del 28 de junio de 2009”.
“Hoy aparezco en una lista de los 10 más buscados en Honduras. Ofrecen recompensa por mi paradero, como si decir la verdad fuera delito. Pero no me escondo. No tengo miedo porque defender la patria nunca ha sido un crimen”, dijo Vásquez en un comunicado desde un lugar desconocido.
Vásquez era el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas cuando el 28 de junio de 2009, el entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue derrocado y expulsado del país.
El 5 de julio de ese mismo año, Zelaya intentó ingresar por vía aérea al país, y durante una nutrida manifestación de hondureños que se aprestaban a recibirlo en el Aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa, se produjo la muerte del joven Isis Obed Murillo, al parecer alcanzado por la bala de un fusil que le impactó en la cabeza.
Por la muerte de Murillo, el Ministerio Público (Fiscalía) acusó a Vázquez y otros dos generales retirados, Venancio Cervantes y Carlos Roberto Puerto.
Los tres militares retirados enfrentan un juicio por “homicidio” y “homicidio en su grado de ejecución de tentativa a Alex Roberto Zavala”, ambos seguidores de Zelaya, el esposo y asesor principal de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Los acusados fueron capturados el pasado 5 de enero y remitidos a la Penitenciaría Nacional, cercana a Tegucigalpa, pero una semana después la medida les fue revocada y se les dictó arresto domiciliario.
