En una sala federal del sur de Florida se desarrolla este martes el quinto día del juicio contra Carl Zaglin, empresario estadounidense y exdirector ejecutivo de la empresa Atlanco, acusado de corrupción y lavado de activos vinculados a funcionarios e instituciones públicas hondureñas.
El juicio avanza con una carga probatoria que trasciende los documentos y registros financieros; en él se presentarán 17 testigos que han sido convocados por la Fiscalía estadounidense y podrían ser decisivos en el veredicto de corrupción y lavado de activos.
De acuerdo con la fiscalía estadounidense, Zaglin diseñó un esquema de sobornos a funcionarios hondureños para apoderarse de más de 10 millones de dólares en contratos con el fideicomiso de la Tasa de Seguridad Poblacional.
En este quinto día de juicio se espera el posible testimonio de Juan Ramón Molina, excoordinador del Comité Técnico del Fideicomiso de la Tasa de Seguridad, y testigo propuesto por la fiscalía.
Se prevé que su declaración podría ser una pieza clave que refuerce la credibilidad de los testimonios presentados por la fiscalía durante los días anteriores del proceso.
En los primeros dos días, la fiscalía presentó declaraciones y evidencias. En el tercer día, el juicio giró en torno a más de 700 pruebas documentales y materiales, presentadas con el objetivo de demostrar ante las autoridades judiciales un panorama de corrupción, malversaciones financieras y conexiones políticas en instituciones públicas de Honduras.
Las pruebas clave que incriminan a Carl Zaglin
Según la entrevista en un medio de comunicación hondureño a Samuel Rubenfeld, periodista que da cobertura al juicio de Carl Zaglin, el exbanquero Aldo Marchena presentó al jurado una hoja de cálculo con las transacciones realizadas en 2017, las cuales evidenciaron transferencias de Atlanco hacia sus cuentas.
Entre las declaraciones, Marchena destacó los depósitos a empresas en Belice vinculadas a Francisco Cosenza, exdirector ejecutivo de la Tasa de Seguridad.
Señaló que se trataba de pagos en efectivo por 98,500 dólares (unos 2.5 millones de lempiras) y de una carta de crédito por aproximadamente 209,000 dólares (unos 5.4 millones de lempiras) a nombre de Luis Berkman.
Asimismo, Samuel Rubenfeld informó sobre los supuestos sobornos que Luis Berkman, exvicepresidente de ventas internacionales de Atlanco, confesó haber pactado junto a Zaglin y al fallecido presidente Bryan DeHart, con el fin de asegurar contratos millonarios con el gobierno hondureño.
Berkman relató que los favores a Cosenza incluyeron viajes y dinero en efectivo entregado en Miami. Además, afirmó que cada paso lo compartía con Zaglin, confirmando que el empresario aprobó todas las operaciones ilícitas.
Cosenza es acusado junto a Zaglin y Marchena de cinco cargos relacionados con la conformación de una red para pagar y ocultar sobornos, con el fin de asegurar contratos para suministrar uniformes en mal estado a la Policía Nacional.
El juicio a evidenciado detalladamente el desfalco y el esquema de corrupción vinculado a varios funcionarios e instituciones públicas hondureñas.