Honduras
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El presidente electo Nasry Asfura, respaldado ampliamente por Donald Trump, enfrentará al asumir el poder el desafío diplomático de romper las relaciones con China y reanudarlas con Taiwán con el objetivo de cumplir una promesa de campaña y alinear la política exterior de Honduras con los intereses estratégicos de Washington.
En noviembre, antes de pedir a los hondureños que votaran por Asfura, Trump firmó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos 2025, publicada a inicios de diciembre, en la cual la potencia norteamericana establece con claridad que continuará protegiendo y respaldando militarmente a Taiwán por razones estratégicas.
Durante la campaña proselitista, Asfura anunció en distintos foros que restablecería las relaciones diplomáticas con Taiwán, aunque también expresó su intención de mantener vínculos comerciales con China, la potencia asiática que exige a sus aliados reconocer el principio de una sola China.
Para Graco Pérez, experto en relaciones internacionales y temas asiáticos, “Asfura, como presidente, puede cuando desee romper relaciones diplomáticas con China y reanudarlas con Taiwán”; sin embargo, advierte que “debe analizar el impacto y las implicaciones que tendría tomar esta decisión”.
“Asfura, por haber recibido el apoyo de Trump, tendría que reanudar las relaciones diplomáticas con Taiwán, porque de no hacerlo el presidente de Estados Unidos lo percibiría como un líder poco confiable. Asfura tendría que alinearse con la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en la cual Taiwán representa un elemento estratégico”, afirma.
El documento publicado por la Casa Blanca, que consta de 30 páginas, establece que “a largo plazo, mantener la preeminencia económica y tecnológica estadounidense es la forma más segura de disuadir y prevenir un conflicto militar a gran escala. Un equilibrio militar convencional favorable sigue siendo un componente esencial de la competencia estratégica”.
Estados Unidos considera que “existe, con razón, una gran atención en Taiwán, en parte debido a su dominio en la producción de semiconductores, pero principalmente porque Taiwán proporciona acceso directo a la Segunda Cadena de Islas y divide el noreste y el sudeste asiático en dos frentes de operaciones distintos”.
“Dado que un tercio del transporte marítimo mundial pasa anualmente por el Mar de China Meridional, esto tiene importantes implicaciones para la economía estadounidense. Por lo tanto, disuadir un conflicto por Taiwán, idealmente preservando la superioridad militar, constituye una prioridad. También mantendremos nuestra política declaratoria de larga data sobre Taiwán, lo que significa que Estados Unidos no apoya ningún cambio unilateral del statu quo en el estrecho de Taiwán”, señala el documento.
Aunque esos factores pesarían en una decisión del nuevo presidente hondureño, Pérez advierte que romper de manera abrupta las relaciones establecidas por el gobierno de Xiomara Castro con Pekín podría “tener consecuencias” severas para los intereses de Honduras, considerando que “el gobierno ha manejado de forma reservada, casi como secreto de Estado, muchos temas relacionados con China, y los hondureños desconocen los compromisos adquiridos”.
El experto considera posible que alrededor de Asfura existan círculos de personas interesadas, por razones comerciales y económicas, en mantener las relaciones diplomáticas con China y estos ejerzan influencia para evitar una ruptura con China Continental.
En la misma línea, Germán Pérez, exministro de la Secretaría de Agricultura durante el gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006), sostiene que “romper con China y reanudar relaciones con Taiwán no es una decisión que deba tomar el nuevo gobierno sin un análisis previo de sus consecuencias”.
“China es una potencia y uno de los principales proveedores de mercancías para Honduras. También es necesario evaluar los compromisos asumidos por el Estado hondureño con China. El nuevo gobierno debería establecer relaciones inteligentes y cordiales, como lo han hecho otros países, entre ellos Panamá, que mantiene vínculos tanto con China como con Taiwán”, señala.
Germán Pérez destaca que Taiwán aportó conocimiento y tecnología a Honduras durante varias décadas, “principalmente en la agricultura y la ganadería”, y brindó apoyo para expandir “la producción de arroz, guayaba taiwanesa, tilapia y otros productos”.
“Al romper relaciones con Taiwán, Honduras perdió un mercado que permitía el ingreso de mercancías sin aranceles, como el camarón; también perdió desarrollo técnico en diversas áreas, además de oportunidades de formación: muchos hondureños viajaron a ese país para estudiar y capacitarse. Con China, Honduras no ha logrado hasta ahora beneficios similares a los obtenidos por otros países”, concluye.
De acuerdo con cifras del Banco Central de Honduras (BCH), Honduras aumentó ostensiblemente las importaciones de China, de $2,009.3 millones (hasta octubre de 2023) a 2,632.6 millones (hasta octubre de 2025). Igualmente, las exportaciones, de $12.9 millones (2023) a $44.7 millones (2025).