San Pedro Sula, Honduras
Ismael Bevilacqua, un productor peruano radicado en Honduras, esperó más de cuatro años para comenzar a filmar Unos pocos con valor que, durante el proceso, tuvo que superar varios traspiés “por falta de dinero”.
El financiamiento sigue frenando, según Bevilacqua, buenas producciones y sacrificando el arte por las concesiones que deben hacer ante los patrocinadores.
Bevilacqua, un técnico y profesional del cine, prefiere “esperar” y no aventurar, sin financiamiento, a producir una película que no durará ni dos días en las carteleras.
“Actualmente estoy trabajando en dos producciones, pero no lo estoy haciendo con patrocinadores, porque los patrocinadores piden poner y quitar escenas. Lo estoy haciendo con un inversionista, quien sabrá cuánto invertirá y cuánto ganará”, dice.
Para conseguir y convencer a un inversionista, antes, advierte, “hay que tener un buen guion y debe ser un guion cinematográfico, algo que no están haciendo en Honduras”.
“Soy de la antigua escuela. Si tienes un mal guion tendrás una mala película. Si tienes un excelente guion, tienes tres posibilidades: que te salga una buena película, una mediocre película o una mala película, eso dependerá de tu equipo”, dice.
| Encriptados es un proyecto cinematográfico que aborda uno de los problemas que afecta a la sociedad de Centroamérica: el tráficos de menores de edad y delitos cibernéticos.
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El 95% de las películas hondureñas las han rodado sin guion cinematográfico, las han filmado con escaleta que improvisan sobre la marcha o con guiones similares a los de teatro.
Víctor Canales, uno de los actores secundarios de Unos pocos con valor, ahora está corriendo la misma suerte de Bevilacqua. Lleva tres años esperando un inversionista para producir Encriptados, una película que aborda el tráfico de niñas y delitos cibernéticos en Centroamérica.
Canales, exactor del Círculo Teatral Sampedrano, constituyó con otros socios, entre ellos Marlon Rodríguez, productor audiovisual, la empresa Pulhapanzak Films y dice que no tiene prisa para comenzar a filmar.
“Nosotros somos del criterio que las cosas buenas llevan tiempo. Queremos hacer una producción profesional y no queremos engrosar la lista de malas producciones”, agrega.
Canales y sus socios cuentan con un guion profesional cinematográfico para producir una película de 110 minutos.
Hace tres años realizaron dos cástines para descubrir el talento artístico y con parte de actrices y actores que detectaron realizaron el teaser de la película.
“Yo ya tuve una experiencia cuando actué en Unos pocos con valor. Era terrible buscar el financiamiento; por no tener suficiente dinero, arrancábamos y luego parábamos”, recuerda Canales.
Este actor no es partidario de “vulgarizar el cine porque se degrada y se desprestigia la industria, después es difícil recuperar un nombre”.
Retos de la cinematografía
1Creación de guiones profesionales
Los cineastas deben escribir guiones propiamente para cine, es decir, textos que contengan una estructura técnica. Actualmente, la mayoría usa guiones similares a los de teatro.
2Cámaras y óptica cinematográfica
Seducidos por cámaras fotográficas que permiten hacer videos HD, algunos se lanzan a la aventura y al final producen una pieza que no reúne las características de cine. Los productores deben usar cámaras y lentes de cine.
3Técnica y fotografía cinematográfica
Algunas producciones nacionales descuidan la fotografía de cine. Las imágenes deben tener un encuadre, composición e iluminación prevista por un responsable de la fotografía, quien considera el tipo de historia o género.