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Niña prodigio brilla pese a las limitaciones de su familia

  • 07 abril 2018 /

Cindy Ortiz lamenta que de las leyes propuestas por los diputaditos, ninguna haya sido discutida aún Su padre es volquetero, pero no tiene trabajo fijo.

    Villanueva, Honduras

    En una pared de su casa hecha con madera desechada, Cindy Fabiola Ortiz tiene colgadas las principales medallas que le han entregado en reconocimiento a su talento, entre ellas la que le colgaron en el pecho cuando fue electa vicepresidenta infantil del Congreso Nacional.

    Basta escuchar sus discursos para uno darse cuenta que detrás de aquella endeble figura de piel cobriza se esconde una mente brillante que quisieran para sí algunos de los que se precian de ser líderes políticos. La niña de 15 años, pero que aparenta 11 por su rezagado desarrollo físico, sorprendió a los parlamentarios por la elocuencia con la que expuso su moción sobre el embarazo en niñas adolescentes.

    Les pidió que se agilice la discusión de la guía sexual para evitar embarazos indeseados. “No es posible que ahora las niñas adolescentes en vez de sentir maripositas revoleando en su vientre, lo que sienten son las pataditas de un bebé”, dice la pequeña.

    De ser una niña tímida pasó a ser una brillante oradora en los eventos que le asignaban sus profesoras. Gracias a esa condición, fue también electa como alcaldesa infantil del municipio de Villanueva, y le dieron el honor de entregarle el bastón de mando al alcalde, Walter Perdomo, reelecto en las pasadas elecciones.

    En su álbum guarda la fotografía que se tomó con el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, y con el alcalde Walter Perdomo.

    También se luce cantando porque tiene una voz privilegiada que usa para concientizar a la gente sobre la importancia de proteger el medio ambiente. A las canciones populares les ha cambiado la letra con la ayuda de sus exmaestras escolares para enviar un mensaje ecologista cantado.

    Ese otro don la ha lanzado a los escenarios de festivales en los que ha ganado medallas y trofeos que completan la colección de premios guardados en su humilde vivienda de su barrio que irónicamente se llama La Prosperidad.

    “La niña ha demostrado que no se necesita nacer en una cuna de oro para sobresalir”, dijo la profesora Suyapa Martínez, directora de la escuela donde Cindy hizo su primaria”. Ella y otras maestras realizaron actividades para que la pequeña pudiera costearse los gastos para ir al Congreso a representar el departamento de Cortés.

    El músico Fonchín Flores le ofreció una beca para estudiar canto, pero no la aceptó porque no tiene dinero para los pasajes a San Pedro Sula.

    Este año comenzó su secundaria en el Instituto Unión y Esfuerzo de Villanueva. Estaría más avanzada, pero perdió dos años de escolaridad debido a la situación económica de su familia.

    Cuando tenía cinco años de edad, su madre abandonó el hogar quedando solo con su padre y sus hermanitos.